Mendoza: Condenan a Julieta Silva por lesiones leves en una nueva causa de violencia doméstica
La mujer fue condenada a 9 meses de prisión domiciliaria por lesiones leves contra su esposo, Lucas Giménez, en un juicio abreviado. La sentencia, que incluye monitoreo con tobillera electrónica, reaviva debates sobre violencia en pareja y reincidencia. Silva, conocida por el caso de 2017 donde fue sentenciada por la muerte de Genaro Fortunato, asegura ser víctima de extorsión y niega los hechos de violencia más graves.
Julieta Silva fue condenada este miércoles 22 de octubre a 9 meses de prisión domiciliaria por el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo contra su esposo, Lucas Giménez.
La sentencia se dictó en un juicio abreviado en los tribunales de San Rafael, Mendoza, donde Silva reconoció haberlo golpeado durante una discusión en su domicilio compartido.
La denuncia fue presentada por Giménez el 12 de julio pasado, alegando que Silva lo agredió físicamente. Inicialmente, se la imputó también por privación ilegítima de la libertad agravada, amenazas agravadas y desobediencia a una orden judicial, pero fue sobreseída de estos cargos.
Ejecución de la pena
Se cumplirá en prisión domiciliaria con monitoreo electrónico (tobillera), pese a que la Fiscalía solicitó prisión efectiva. El juez la declaró reincidente, vinculando esta condena con su anterior sentencia de 2018.
Tras la audiencia, Silva sostuvo su inocencia en los hechos de violencia, alegando que fue víctima de extorsión por parte de su esposo, quien habría utilizado información íntima de su pasado para chantajearla. Reconoció discusiones en la pareja, pero negó golpes graves, afirmando que intentó "sostener la familia" pese a las crisis.
Este no es el primer caso judicial de Silva. En 2017, se hizo conocida nacionalmente por atropellar y matar a su entonces novio, el rugbier Genaro Fortunato (25 años), a la salida de un boliche en San Rafael tras una discusión.
En 2018, fue condenada a 3 años y 9 meses de prisión por homicidio culposo agravado (sin intención de matar), más 8 años de inhabilitación para conducir. Cumplió la pena en prisión domiciliaria por ser madre de dos menores, lo que generó polémica en su momento.
Silva rehízo su vida tras esa condena, se casó con Giménez y tuvo una hija con él, pero la relación derivó en esta nueva denuncia cruzada (ella también presentó una contra él por violencia de género).
La Fiscalía expresó desacuerdo con la modalidad de la pena, argumentando que no refleja la gravedad de los hechos.
El caso resalta debates sobre violencia en parejas y reincidencia en contextos judiciales argentinos.