Pablo Quiñoles tiene 43 años y padece cáncer de vejiga y de colon. Sin embargo, a pesar de lo que atraviesa, camina 10 kilómetros diarios desde su casa hasta el hospital donde le realizan el tratamiento oncológico que necesita.

Pablo convive junto a su esposa Cristina en el barrio la France en Córdoba Cápital. De lunes a viernes, el hombre tiene que asistir al Centro Oncológico que se encuentra ubicado detrás del Hospital de Niños para poder recibir el tratamiento adecuado a su enfermedad.
Lo más curioso es que tiene que recorrer más de 10 kilómetros diarios porque «no tiene para el colectivo». Pablo trabajaba como plomero, pero por recomendación médica tuvo que dejar sus tareas, y proseguir con los cuidados para combatir su enfermedad.
La pandemia coronavirus complicó la situación, fundamentalmente, la económica. Su esposa se dedicaba a cuidar personas mayores, y debido al aislamiento que rige por la emergencia sanitaria, solo trabaja un día a la semana en una casa de familia, ya que le cuesta conseguir más actividad.
No obstante, a pesar de los obstáculos que atraviesan, la joven pareja sigue adelante gracias al apoyo de sus familiares. El hijo de Cristina les brinda una pequeña despensa, donde cada vez se vuelve más difícil reponer la mercadería.

Si bien Pablo sabe que caminar le hace peor a su enfermedad, está decidido a luchar contra viento y marea para combatirla. Para poder trasladarse hasta el hospital necesita 380 pesos por semana y así viajaría en colectivo en lugar de caminar, pero al no recibir ayuda del Estado, ya les alertaron que al finalizar la cuarentena, tendrán que desalojarlos porque no pueden abonar el alquiler.
Por su parte, Daniel Cáceres, un fotógrafo cordobés, se conmovió con su historia y decidió retratarlo en el Hospital donde se atiende. En tanto, para ayudarlo indicó que las personas se pueden comunicar al 351-5480801.