23/06/2020

Messi sigue sin convertir su gol 700 y Barcelona derrotó 1-0 a Athletic Bilbao


En el Camp Nou, en el marco de la 31° jornada de La Liga, Barcelona exhibió un deslucido rendimiento, pero derrotó 1-0 a Athletic Bilbao y regresó a la cima del certamen doméstico en soledad. Sin embargo, Real Madrid podrá volver a superarlo si este miércoles logra vencer a Mallorca en el Santiago Bernabéu.





Luego de no haber marcado en el empate 0-0 ante Sevilla en la pasada jornada, Lionel Messi brindó la asistencia para el único tanto del compromiso, pero, por segunda ocasión consecutiva, se marchó sin convertir y continúa sin poder celebrar el gol 700 de su carrera profesional.





El triunfo le permitió a Barcelona regresar a la cima de La Liga en soledad.




Al igual que en sus habituales presentaciones, el elenco de Cataluña monopolizó la posesión del balón, pero exhibió dificultad para brindarle un sentido activo a la sucesión de pases y careció de imaginación para profundizar los ataques. Los problemas en la construcción del juego se convirtieron en una tendencia en el Culé en el transcurso de la temporada y persisten desde la reanudación de la actividad oficial.





El conjunto catalán no consiguió ensanchar el campo y, de manera reiterada, cayó en la trampa de su rival, que propuso un embudo en el callejón central y que derivó en que las expediciones ofensivas del dueño de casa culminaran con reiteradas pérdidas de la pelota a causa de la ausencia de vías de escape por los extremos.









El plan primario del elenco del País Vasco consistió en ejercer una presión elevada, pero la capacidad del Barsa para salir con éxito con la modalidad terrestre ocasionó que el visitante retrocediera de manera progresiva la zona donde intentó recuperar la tenencia. En ocasiones, se replegó, con comodidad, en su propio terreno y se estableció en posición de desarrollar contragolpes veloces.





La presencia de Iñaki Williams se convirtió en un faro de esperanza para el Bilbao, que lo localizó para desarrollar ataques verticales o para concluir las aventuras ofensivas luego de un período gozando de la posesión. En consonancia, el delantero español se transformó en una pesadilla para Gerard Piqué y Clément Lenglet, la dupla de defensores centrales del local.





El elenco de Quique Setién podría ser derrocado del primer lugar si Real Madrid vence a Mallorca.




Messi fue el denominador común de cada uno de los ataques del equipo dirigido por Quique Setién. El astro rosarino se mantuvo en sectores centrales de la cancha para ofrecerse como opción de descarga para sus compañeros, pero los volantes Unai López y Mikel Vesga formaron una jaula alrededor de la Pulga para limitar sus intervenciones.





Pese a que el argentino logró huir del asedio al que fue sometido, no halló complicidad en sus compañeros, quienes fueron víctimas de una actitud pasiva. La ocasión más importante que protagonizó Messi fue construida en una maniobra individual: desairó a Vesga y López, dirigiéndose desde el centro hacia la izquierda, e intentó rematar por encima de la resistencia de Unai Simón, quien controló el disparo con facilidad.









En el inicio del complemento, el Barsa coqueteó con la inauguración del resultado. A los nueve minutos, luego de un error de Nelson Semedo en la culminación de una jugada por el sector derecho, el Bilbao salió de manera defectuosa desde su área y le obsequió el balón a Messi, quien lanzó un pase aéreo y cruzado en dirección de Antoine Griezmann, que controló de pecho y remató de zuda, pero el arquero Unai Simón le redujo rápido los espacios y bloqueó el tiro.





Barcelona exhibió una leve mejoría en la segunda etapa. En primera instancia, llevó a cabo un dominio geográfico e impidió los contragolpes que lo habían amenazado durante el primer tiempo. Sin embargo, continuó padeciendo las mismas deficiencias en la gestación del juego, donde basculó la pelota sin hallar el camino para desbaratar el equilibrio defensivo contrario.





El argentino brindó la asistencia para el gol de Ivan Rakitic.




Mientras la desesperación comenzaba a predominar y la visión empezaba a nublarse, Barcelona logró culminar con la igualdad en una acción que tuvo una cuota de fortuna. A los 26’, luego de que fuera obstaculizado un remate de Messi, Ivan Rakitic se anticipó y le brindó la pelota al argentino, quien efectuó un amago dentro del área y asistió al croata, que profundizó y, cuando perdía el equilibrio, remató de derecha y estableció el 1-0.





En el ocaso del enfrentamiento, con el Athletic en búsqueda del empate a contrarreloj, Messi volvió a contar con una posibilidad para marcar el gol 700 de su trayectoria, pero el destino le fue esquivo. A los 35’, desniveló por la derecha, se orientó hacia el centro del área y ensayó un remate de zurda que se marchó a instancias del poste derecho.





La victoria le permitió a Barcelona alcanzar los 68 puntos y se reubicó como el único líder de La Liga. De todas maneras, Real Madrid podrá igualar la línea de unidades si derrota a Mallorca, pero recuperaría el primer lugar de la tabla debido a que mantendría una diferencia con su clásico rival por los duelos entre sí. Mientras tanto, Messi vislumbra en el horizonte un nuevo récord en su carrera, pero la anhelada celebración aún no se produce.





Formaciones:





Barcelona: Marc André ter Stegen; Nelson Semedo, Gerard Piqué, Clément Lenglet, Jordi Alba; Arturo Vidal, Sergio Busquets (ST 19’ Ivan Rakitic), Arthur (ST 10’ Riqui Puig); Lionel Messi, Luis Suárez (ST 40’ Martin Braithwaite) y Antoine Griezmann (ST 19’ Ansu Fati). Entrenador: Quique Setién.





Athletic Bilbao: Unai Simón; Óscar de Marcos, Yeray Álvarez, Unai Núñez, Mikel Balenziaga; Unai López (ST 13’ Dani García), Mikel Vesga; Iñigo Lekue (ST 24’ Ander Capa), Oihan Sancet (ST 33’ Raúl García), Iñigo Córdoba (ST 13’ Iker Muniain); Iñaki Williams (ST 25’ Asier Villalibre). Entrenador: Gaizka Garitano.





Goles: ST 26’ Ivan Rakitic (BAR).





Amonestados: PT 32’ Sergio Busquets (BAR). ST 16’ Unai Núñez (ATH) y 45’ Ivan Rakitic (BAR).





Estadio: Camp Nou (Barcelona, Cataluña).





Árbitro: Jesús Gil Manzano.


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