25/03/2023
La crisis socioeconómica que atraviesa el país, golpea a los más vulnerables que son los niños. Según un relevamiento hecho por UNICEF Argentina, "Dos de cada tres niñas y niños de Argentina (66%) son pobres por ingresos o están privados de derechos básicos, como el acceso a la educación, la protección social, a una vivienda o un baño adecuado, al agua o a un hábitat seguro".
El organizamos arribó a estos datos mediante la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC en el cual se refleja que en el primer semetre del 2022 el 51,5% son pobres por ingreso, por lo cual "viven en hogares cuyos ingresos no alcanzan para cubrir la canasta básica de alimentos y servicios". Si "se suman las privaciones no monetarias previamente mencionadas, el valor asciende al 66% de las chicas y chicos del país".
Por consiguiente, 8,8 millones de chicos están afectados y experimentan carencias monetarias o de algunos de los derechos fundamentales considerados en la EPH. 3,7 millones (28%) enfrentan ambos tipos de privaciones simultáneamente: es decir, 3 de cada 10 chicas y chicos viven en hogares con ingresos insuficientes y, al mismo tiempo, tienen al menos un derecho básico vulnerado.
A su vez, el informe revela que la pobreza se mantiene desde hace más de seis años en los menores. La magnitud y persistencia de la pobreza generan la necesidad urgente de proteger las partidas presupuestarias destinadas a infancia y adolescencia, sostuvo Luisa Brumana, Representante de UNICEF Argentina.
El presupuesto es un factor clave en la reducción de la pobreza de chicas y chicos. Es fundamental priorizar las políticas públicas y, particularmente, los programas de protección de ingresos que han demostrado ser una herramienta potente para mitigar la pobreza y, sobre todo, la pobreza extrema, agregó.
Asimismo, el estudio sobre pobreza monetaria y privaciones no monetarias advierte que nueve de cada diez chicas y chicos en situación de pobreza monetaria viven en familias en las que el papa y/o la mama trabaja, lo cual refleja que la sola creación de empleo, sin tomar en cuenta su calidad, no permite salir automáticamente de la pobreza. El 76% de estas chicas y chicos pobres viven en hogares donde los adultos tienen trabajos informales o relaciones laborales precarias.
Se advierte también que la informalidad laboral de los padres es otro síntoma que favorece la pobreza. La tasa de pobreza de niñas y niños que residen con personas ocupadas formalmente disminuye al 32%, y aumenta al 60% cuando viven con adultos ocupados en la informalidad. Este dato nos permite observar que no se sale de la pobreza creando cualquier tipo de empleo, sino empleo decente, es decir, protegido y de calidad, explicó Sebastián Waisgrais, Especialista en Inclusión de UNICEF Argentina.
Lo cierto es que la problemática estructural afecta en gran manera a los infantes y compromete el futuro individual y el desarrollo colectivo del país. La pobreza es más que la escasez de ingresos. Vivir las primeras etapas de la vida en la pobreza significa no asistir a la escuela o hacerlo con retraso, no tener acceso a servicios básicos, entre otras carencias", concluyó Brumana.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.