Cada vez más complicada la cómplice de Cacho Garay por la denuncia por abuso sexual

Sandra Astudillo Staffolani y el humorista recibieron un agravamiento de sus imputaciones por parte de la la Justicia de Mendoza que investiga la causa.

Luego de una nueva jornada por el juicio que se está realizando en Mendoza por la denuncia por abuso sexual contra Cacho Garay, la Justicia provincial resolvió revocar la prisión domiciliaria a Sandra Astudillo Staffolani, quien está señalada dentro de la causa como la cómplice del humorista quien habría abuso de Verónica Macías.

En consecuencia, la mujer de 57 años deberá volver a la cárcel para cumplir de manera efectiva su detención, mientras se lleva a cabo el juicio. La decisión la tomó la fiscal que investiga el caso, Mónica Fernández Poblet, quien agravó las imputaciones durante una audiencia que se llevó a cabo el viernes pasado.

Por lo tanto, Astudillo Staffolani fue derivada a la cárcel de mujeres de la localidad de Cacheuta, en el norte de la provincia de Mendoza. Cabe destacar que la mujer es una exempleada de la Legislatura mendocina y que ahora su imputación fue agravada por las pruebas que se encontraron en su contra.

Asimismo, la fiscal señaló que el agravamiento es por “abuso sexual doblemente agravado por ser con acceso carnal y por ser cometido por dos personas con el uso de armas en un número indeterminado de hechos, todo en concurso real y en contexto de violencia de género”.

A su vez, la fiscal explicó que a Gary también se le agravó su imputación por “amenazas simples, amenazas agravadas por el uso de armas de fuego, coacciones simples, coacciones agravadas por el uso de armas, robo simple, tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil (en dos hechos), abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de hechos, abuso sexual doblemente agravado por ser con acceso carnal y por ser cometido por dos personas y con el uso de armas en un número indeterminado de hechos, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometida contra una persona a la que se debe respeto particular en un número indeterminado de hechos y desobediencia de una orden judicial; todo ello en concurso real y en contexto de violencia de género".