Caso Báez Sosa: Máximo Thomsen pidió la nulidad del juicio

Luego de que la Cámara de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires confirmara la condena a los ocho rugbiers involucrados en el asesinato de Fernando Báez Sosa, varios de los jóvenes involucrados rompieron la estrategia grupal y cambiaron de abogado.

Uno de ellos fue Máximo Thomsen, señalado como el principal imputado por el crimen y uno de los cuatro que recibió la pena de prisión perpetua, quien contrató al mediático abogado Francisco Oneto.

Con el nuevo letrado en su equipo, el joven oriundo de Zárate le solicitó a la Corte Suprema bonaerense que declare la nulidad del juicio por el que él y sus 7 amigos fueron condenados como responsables del crimen ocurrido el 18 de enero de 2020 en la localidad balnearia de Villa Gesell.

El argumento de Thomsen -y Oneto- es que no fue probado que él le pegara a la víctima, o que existiera un plan premeditado para hacerlo.

La intención del joven es que se haga un nuevo juicio, bajo el pretexto de que quien era el abogado del grupo, Hugo Tomei, representaba a todos y, por ende, no defendió sus intereses individuales.

"Las circunstancias hicieron que la asistencia técnica brindada por la defensa no sea efectiva y sustancial. La defensa eficiente necesariamente debe ser egoísta y no solidaria como en este caso", argumentó el abogado.

Además, argumenta que no existió premeditación, por lo que el agravante que originó la pena de prisión perpetua se caería, y pide que se lo juzgue bajo el delito del artículo 95 del Código Penal -"homicidio en riña-, cuya pena es mucho menor.

Uno de los puntos llamativos de su pedido es que rompe el pacto de silencio entre los jóvenes y señala puntualmente a Blas Cinalli como el responsable de la pelea con Fernando Báez Sosa dentro del boliche Le Briqué y el posterior desenlace.

Además de Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi; en tanto, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi están detenidos actualmente en el Penal de Melchor Romero a la espera de apelar sus condenas al máximo tribunal de la Provincia, la penúltima instancia posible de reclamo.

Por lo pronto, todos ellos buscan nuevos argumentos para desligarse del caso y el principal señalado por la Justicia ya dio el primer paso.