Mendoza: Dio de comer a 4000 personas en una noche: "Fue la peor en cuatro años y no sé cómo seguiremos"

El comedor comunitario Los Horneritos, ubicado en El Algarrobal, Las Heras, experimentó una noche desgarradora esta semana al servir alrededor de 4.000 raciones de comida a unas 3.000 familias necesitadas, en una fila que se extendía casi cinco cuadras.

La dueña del comedor, Gabriela Carmona, describió el evento como uno de los más desesperados y tristes en los cuatro años de funcionamiento del establecimiento.

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Gabriela, junto con un equipo de voluntarios, habitualmente sirve 2.000 raciones de comida los martes y jueves. Sin embargo, esta semana se vieron abrumados por la inusual demanda, que obligó a entregar toda la comida prevista para la semana en un solo día. "Fue la peor noche que vivimos en los cuatro años que tengo el comedor. Es muy triste. La gente tiene cada vez más hambre", expresó Carmona en diálogo con Los Andes.

La situación pone de relieve la grave crisis alimentaria que atraviesa Mendoza. La fila de personas, que esperaron hasta dos horas, reflejaba la creciente necesidad en la región. Según Carmona, la afluencia masiva podría deberse al boca a boca y a la falta generalizada de empleo y recursos.

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La noche del martes, con la demanda multiplicada, requirió la colaboración de 16 voluntarios, en comparación con el promedio de cinco o seis. La multitud incluía a personas de diversas localidades, lo que generó preocupaciones de seguridad que llevaron a solicitar asistencia policial para evitar incidentes.

El comedor, que abre sus puertas los martes y jueves a las 21 horas, se enfrenta a desafíos constantes para mantenerse operativo. Dependiendo en gran medida de la ayuda de la comunidad, Carmona señala la importancia de la solidaridad ciudadana para sostener el funcionamiento del comedor.

En medio de una crisis económica y social que afecta a miles de personas, Carmona se aferra a la esperanza de un futuro sin la necesidad de comedores comunitarios. "Mi sueño es que no haya necesidad de abrir más comedores ni merenderos; que la gente tenga trabajo y no tenga que hacer cola ni esperar en la noche con frío para alimentar a sus hijos", concluyó.