Tras la polémica, el gobernador de Río Negro defendió que la planta de GNL vaya a su provincia

En medio de las repercusiones por la decisión de YPF de seleccionar a la provincia de Río Negro en lugar de Buenos Aires para construir una planta de GNL, el gobernador Alberto Weretilneck afirmó que se trató de una resolución "absolutamente técnica".

Ante las acusaciones de la oposición sobre "presuntos diálogos previos" con el Gobierno nacional, el mandatario patagónico declaró que "es todo falso", en declaraciones a Radio Rivadavia.

"No hubo ningún funcionario de Nación con el que hayamos dialogado este tema a cambio de otras cosas. El único diálogo que tuvo la provincia fue con YPF, diálogo absolutamente técnico. No hubo ningún tema que tuvo que ver con la política", insistió el mandatario patagónico.

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Weretilneck opinó que los sectores que critican la elección de Río Negro "buscan argumentos para justificar el no poder haber igualado a nuestra provincia en esta pulseada".

"Vamos a empezar a vivir este tipo de competencias entre provincias todo el tiempo en Argentina. Nadie puede seguir con la lógica actual que había en que las grandes inversiones iban a los lugares donde ya había infraestructura hecha. Sino lo único que hacemos es concentrar en los mismos lugares de siempre. se necesita más federalismo", consideró.

"Este tipo de decisiones deben basarse en criterios técnicos y no en favoritismos políticos. Río Negro presentó una propuesta sólida y viable para albergar la planta de GNL", agregó.

Inversión. La sociedad entre YPF y la petrolera malaya Petronas generará miles de puestos de trabajo.

"Nuestra prioridad es seguir trabajando para atraer inversiones que generen empleo y crecimiento en nuestra región", finalizó.

La empresa estatal YPF decidió que Río Negro sería el lugar ideal para construir la planta de GNL, argumentando que la ubicación ofrecía mejores condiciones técnicas y logísticas para el proyecto. Según YPF, factores como la disponibilidad de terrenos, acceso a recursos naturales y facilidades para la exportación jugaron un papel crucial en esta decisión.

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Desde Buenos Aires, las críticas no se hicieron esperar. Algunos sectores de la oposición argumentaron que la decisión estaba influenciada por presuntos acuerdos políticos entre el Gobierno Nacional y las autoridades de Río Negro. Afirmaron que la elección pudo haber sido manipulada para favorecer a la provincia patagónica, sugiriendo la existencia de "presuntos diálogos previos" que podrían haber influenciado la decisión.

La elección de Río Negro tiene importantes implicancias económicas y políticas. Desde un punto de vista económico, la construcción de la planta de GNL representa una significativa inversión en la región, prometiendo la creación de empleos y el impulso a la economía local. Para Buenos Aires, perder esta inversión significa una oportunidad económica perdida, lo que ha avivado aún más las tensiones.