El Senado debate la protección del Agujero Azul para salvar el ecosistema marítimo argentino

En el límite entre Chubut y Santa Cruz, a 350 kilómetros mar adentro, se encuentra el Agujero Azul, un área marina única que alberga una rica biodiversidad y es vital para la pesca. Pero, este ecosistema se ve amenazado cada año por alrededor de 500 barcos extranjeros que depredan sus recursos, afectando gravemente su equilibrio. El Agujero Azul, situado más allá de las 200 millas náuticas de la zona económica exclusiva argentina, es un punto de encuentro para flotas de pesca, principalmente españolas y portuguesas, que utilizan redes gigantes para capturar calamares y merluzas. Estas prácticas, además de ser insostenibles, destruyen el lecho marino y afectan a especies en peligro de extinción que quedan atrapadas en sus redes.

LEE MÁS: Los padres de Loan pidieron una pericia psiquiátrica para Laudelina

Aunque Argentina no puede intervenir en las actividades de altamar, sí tiene derechos sobre el lecho marino hasta las 350 millas. En 2016, la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la ONU aprobó la extensión de la soberanía argentina, lo que abre la puerta a la protección de esta área.

En la actualidad, el Senado está debatiendo un proyecto que busca declarar al lecho marino del Agujero Azul como un área marina bentónica protegida, abarcando 148.000 kilómetros cuadrados que se clasificarán como Reserva Nacional Marina Estricta. Esta clasificación prohibiría el uso de redes de arrastre, permitiendo únicamente la pesca en la columna de agua. Además, la zona alberga los restos del submarino ARA San Juan, hundido en 2017, que podría convertirse en un santuario.

Se busca preservar el lecho marino del valioso ecosistema Agujero Azul. Allí también descansan los restos del submarino Ara San Juan.

Cabe mencionar que el proyecto, que cuenta con media sanción en Diputados desde 2022, podría perder estado parlamentario si no se trata antes de fin de año. La senadora de Chubut y presidenta de la Comisión de Ambiente, Edith Terenzi, se mostró comprometida a acelerar el proceso: "Es una desprolijidad que los plazos y el trabajo se caiga. Estamos trabajando para llevarlo al recinto antes de que se venza".

Asimismo, Valeria Falabella, directora de Conservación Costero Marina de Wildlife Conservation Society (WCS Argentina), resaltó la importancia del Agujero Azul como un ecosistema marino poco estudiado, vital para la cría de numerosas especies. "La pesca intensa y sin regulación impacta indirectamente sobre la pesca nacional", advirtió Falabella. Uno de los principales desafíos del proyecto es el monitoreo del área. Falabella propuso el uso de tecnología para controlar la actividad pesquera, sugiriendo que la Cancillería debe jugar un papel crucial en la comunicación con otros países involucrados.

LEE MÁS: Como en Le Mans: la escuela-taller de la Ciudad donde los estudiantes porteños se preparan para el mundo laboral

En tanto, para impulsar el reclamo, el activista ambiental y regatista Yago Lange creó una petición en Change.org que ha reunido más de 20.000 firmas. Lange subrayó que el Agujero Azul representa una oportunidad para lograr una victoria ambiental significativa para el Mar Argentino. "Es difícil proteger lo que no ves. Necesitamos cuidar nuestros océanos, que son fundamentales para la vida en la Tierra", concluyó Lange, enfatizando que "solo falta un empujoncito" para avanzar en la protección de esta vital área marina.