13/11/2024

Economía

El Gobierno amplía los créditos hipotecarios para financiar viviendas en construcción: ¿Qué implica el nuevo decreto?

El vocero presidencial anticipó que la normativa buscará financiar a los desarrolladores y a los usuarios finales de los emprendimientos inmobiliarios. En el último año, la oferta en ese segmento creció 16% y el interés aumentó 90%, según datos del sector.

El Gobierno nacional oficializó este miércoles un nuevo decreto que amplía las posibilidades de acceso a préstamos hipotecarios para la compra de viviendas en pozo o en construcción. La medida, anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni, busca agilizar el acceso a la vivienda y fomentar el desarrollo del sector de la construcción.

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Según el anuncio, la iniciativa permitirá que tanto las constructoras como los compradores puedan acceder a créditos hipotecarios para financiar viviendas mientras estas aún están siendo desarrolladas. La novedad principal es la posibilidad de ofrecer créditos divisibles, lo que permitirá que las constructoras paguen sus préstamos de manera escalonada. A medida que vayan abonando las cuotas, los departamentos podrán ser escriturados y entregados a los compradores.

"Las constructoras van a poder pagar su préstamo de a poco, y a medida que lo hagan, se irán liberando departamentos para escriturar", explicó Adorni. Además, los compradores podrán acceder a créditos hipotecarios para adquirir propiedades en construcción o en pozo, algo que antes estaba restringido. El decreto, que no requiere ajustes en la normativa bancaria, depende de la Secretaría de Vivienda, a cargo de Rodrigo Aybar, y también llega acompañado de la eliminación del fideicomiso Procrear.

La medida fue celebrada por la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), que había solicitado este tipo de flexibilización para mejorar la accesibilidad a las viviendas. Gustavo Weiss, presidente de CAMARCO, destacó la importancia de la reforma, señalando que "los créditos hipotecarios actuales funcionan solo sobre un bien terminado, con escritura definitiva. Ahora, el comprador podrá acceder a un crédito mientras el edificio aún está en construcción".

El beneficio de esta modalidad es claro: mientras que anteriormente solo se podía hipotecar un inmueble ya terminado, ahora se podrán financiar propiedades en desarrollo, lo que amplía significativamente las opciones de compra para los usuarios finales. "El comprador podrá adquirir un departamento en el pozo con el crédito otorgado, y el desarrollador recibirá el financiamiento de manera directa del banco", explicó Weiss, quien añadió que todas las operaciones serán realizadas en pesos.

La medida llega en un momento en que la demanda de departamentos en pozo ha experimentado un fuerte crecimiento. Según datos de Zonaprop, en el último año la demanda de unidades en pozo aumentó un 90%, mientras que la oferta creció un 16%. Los barrios más buscados en la Ciudad de Buenos Aires son Palermo, Belgrano, Caballito, Núñez y Recoleta.

En términos de precios, el metro cuadrado de departamentos en pozo en octubre de 2024 se ubicó en US$2.741, lo que representó un incremento del 15,3% en comparación con el inicio del año. Aunque los precios han subido, aún no alcanzan los niveles récord de 2018, cuando el valor del metro cuadrado superaba los US$3.000.

Pese al optimismo del sector inmobiliario, los bancos aún esperan conocer los detalles de la normativa para definir cómo adaptarán sus políticas comerciales a esta nueva modalidad. Uno de los grandes puntos de incertidumbre es que las entidades estarían otorgando hipotecas sobre propiedades que aún no están terminadas, lo que genera riesgos en caso de demoras en la construcción o el pago.

Los préstamos hipotecarios UVA, que han ganado popularidad en los últimos meses, podrían ser una de las opciones disponibles para financiar estas propiedades en pozo. Sin embargo, algunas voces del sector, como la de Weiss, sugieren que sería ideal que los créditos se ajusten según el índice del costo de la construcción, en lugar de utilizar el índice de inflación o el de salarios, como ocurre actualmente con los UVA.

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La medida oficial tiene como objetivo liberar al sector de la construcción, aumentar la oferta de viviendas y reducir las complejidades burocráticas que hasta ahora complicaban las transacciones inmobiliarias. Sin embargo, queda por ver cómo se implementará la nueva normativa en la práctica, y qué impacto tendrá en el acceso a la vivienda para los argentinos.

A medida que los detalles de la ley sean aclarados y los bancos definan su postura, se espera que esta iniciativa impulse una mayor actividad en el mercado inmobiliario, beneficiando tanto a compradores como a desarrolladores, y generando un renovado interés en las viviendas en construcción.

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