Pablo Moyano pegó el portazo y renunció al triunvirato de la CGT

Pablo Moyano, secretario adjunto del sindicato de Camioneros, decidió renunciar al triunvirato que lidera la CGT, expresando su desacuerdo con "las decisiones tomadas por la mesa chica" de la central sindical, encabezada por dirigentes "dialoguistas".

A través de una carta dirigida al Consejo Directivo de la CGT, Moyano formalizó su salida, dejando la conducción en manos de Héctor Daer, representante de Sanidad, y Carlos Acuña, de Estaciones de Servicio y Garages.

La renuncia de Moyano se produce tras meses de tensiones con el resto de los líderes cegetistas, quienes han evitado implementar un "plan de lucha" contra el gobierno de Javier Milei. Estas diferencias ya lo habían llevado a amenazar con abandonar la conducción, algo que finalmente concretó.

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En los últimos días, Moyano había estado organizando una movilización o paro para principios de diciembre en rechazo a las políticas de la gestión libertaria. Este esfuerzo contaba con el respaldo de sectores sindicales críticos de Milei, como los estatales de ATE y diversos gremios de las CTA. Sin embargo, la falta de apoyo del resto de la CGT llevó al camionero a dar un paso al costado.

Por su parte, los sectores moderados de la CGT, integrados por los "gordos" y "independientes" de los grandes sindicatos, optaron por mantener relaciones abiertas con la Casa Rosada. Este grupo considera que el cambio de humor social reflejado en encuestas, junto con una leve mejora de las variables económicas y la imagen presidencial, no genera un clima propicio para el conflicto.

Conducción. Hasta este viernes, Pablo Moyano formaba parte del triunvirato de la CGT.

Además, los "dialoguistas" creen haber obtenido logros significativos al frenar la reforma laboral propuesta en la Ley Bases y bloquear la discusión en el Congreso de un proyecto que buscaba la "democratización sindical", el cual incluía medidas como la limitación de las reelecciones indefinidas y la obligatoriedad de declaraciones juradas para los gremialistas.

Otro factor que influyó en la renuncia de Moyano fue el debilitamiento de la Mesa Nacional del Transporte, un espacio creado recientemente para unir fuerzas sindicales contra el Gobierno. La unidad de la Mesa se vio afectada cuando el Ejecutivo negoció acuerdos salariales con los sindicatos aeronáuticos a cambio de evitar paros en el verano, utilizando como amenaza el cierre de Aerolíneas Argentinas.

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Además, el ferroviario Sergio Sasia rompió con el moyanismo y decidió que su sindicato no se sumara a una medida de fuerza convocada por la Mesa el 30 de octubre. Tampoco participó la UTA, liderada por Roberto Fernández, conocido opositor de Moyano.

Esta situación recuerda lo ocurrido durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando Pablo Moyano tomó distancia de la CGT, organizando movilizaciones y protestas por su cuenta.

En ese entonces, su representante en el triunvirato, Juan Carlos Schmid, también renunció. Ante un escenario similar, Moyano ha decidido repetir aquella estrategia.