15/12/2024

Economía

Según un estudio, uno de cada tres jubilados es pobre

Según el relevamiento, desarrollado por investigadores de diferentes institutos y universidades, en el último año más de medio millón de adultos mayores entraron en dicha categoría socioeconómica.

En el último año, se registró un incremento alarmante en la pobreza entre los jubilados argentinos, duplicando su incidencia en este sector. De acuerdo con un estudio privado, la tasa de pobreza en los jubilados pasó del 13,2% en el primer semestre de 2023 al 30,8% en el mismo período de 2024, lo que equivale a un aumento de 17,6 puntos porcentuales.

El informe señala que actualmente "1 de cada 3 jubilados vive en condiciones de pobreza, y que en el último año más de medio millón de jubilados (542 mil personas) se sumaron a esta situación".

Aunque los mayores de 65 años tradicionalmente han sido el grupo con menor incidencia de pobreza, los datos evidencian una creciente vulnerabilidad en este segmento de la población.

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Estas conclusiones provienen del estudio titulado "Pobreza e Indigencia: Perfiles de la pobreza. Propuestas para su abordaje en la Argentina reciente", realizado por los investigadores Eduardo Chávez Molina (del Instituto Gino Germani, UBA y Universidad de Mar del Plata), José Rodríguez de la Fuente (del CONICET y el Instituto Gino Germani) y Mariana Sosa (del CONICET).

El informe también advierte sobre el aumento de la pobreza en trabajadores asalariados, incluyendo aquellos con empleos formales. A diferencia de lo que se solía pensar, el fenómeno no afecta exclusivamente a quienes tienen trabajos informales o precarios. En sectores como comercio, construcción, industria manufacturera y servicios de alojamiento y gastronomía, los índices de pobreza han crecido, afectando tanto a ocupados plenos como a subocupados y sobreocupados.

Fila. Jubilados esperando para ingresar a una sucursal del PAMI.

Entre los subocupados, aquellos con jornadas laborales reducidas, la pobreza pasó del 40,9% en 2016 al 67,1% en 2024, reflejando su alta vulnerabilidad debido a ingresos insuficientes. Sin embargo, los ocupados plenos también registraron un aumento significativo, con un 37,9% en situación de pobreza, mientras que entre los sobreocupados el índice subió al 44,4%.

La aceleración de estas cifras comenzó en 2020, cuando la pandemia de COVID-19 agravó la crisis económica y social. Esto resultó en un deterioro generalizado de las condiciones laborales, afectando tanto a quienes trabajan en la economía formal como informal.

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Entre los asalariados formales, la pobreza pasó del 16,4% en 2023 al 27,8% en 2024, mientras que en los informales se incrementó del 47,8% al 64,3%. Si bien los trabajadores formales aún tienen una incidencia de pobreza menor que los informales, la brecha se está reduciendo debido al deterioro de los salarios en empleos registrados.

El informe destaca que esta reducción de la diferencia no es resultado de mejoras para los informales, sino de una mayor precarización entre los trabajadores formales, que han visto empeorar su situación económica de manera significativa.

Durante el primer semestre de este año, el impacto de la pobreza afectó a todos los sectores laborales. Los asalariados formales pobres aumentaron un 50%, lo que representa 740 mil personas adicionales, mientras que los informales experimentaron un incremento del 27%, con 513 mil personas más en esta condición.

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