29/12/2024

Deportes

Polémica en Estudiantes: quién es el magnate estadounidense que se asoció con Verón

Foster Gillett es un empresario estadounidense con un principio de acuerdo para invertir en Estudiantes de La Plata. Promete entre U$S 150 y U$S 200 millones de manera progresiva. Su gestión en Liverpool fue criticada por incumplir promesas, dejar el club en descenso y no cumplir con la construcción de un nuevo estadio.

Lo que tenés que saber:

  • Foster Gillett es un empresario estadounidense con un principio de acuerdo para invertir en Estudiantes de La Plata.
  • A pesar de que la asamblea de socios aún debe aprobar su entrada, ya adquirió la totalidad del pase de Cristian Medina y está influyendo en la política de fichajes del club.
  • Promete una inversión de entre U$S 150 y U$S 200 millones de manera progresiva.
  • Gillett tiene antecedentes controvertidos, como su paso por el Liverpool, donde dejó deudas millonarias.
  • Su gestión en Liverpool fue criticada por incumplir promesas, dejar el club en descenso y no cumplir con la construcción de un nuevo estadio.
  • En su trayectoria también se incluye una fallida compra de equipos en otros países, como el Hearts de Escocia y el Olympique de Lyon en Francia.
  • Además, Gillett fue involucrado en problemas financieros con su equipo en NASCAR, Gillett Evernham Motorsports.

El arribo de Gillett a Estudiantes

Foster Gillett podría estar a punto de cambiar el rumbo de Estudiantes de La Plata. Aunque los socios del club deben ratificar su entrada, ya es parte de las decisiones relacionadas con los fichajes. Su primera jugada significativa fue la compra total del pase de Cristian Medina, futbolista de Boca Juniors. También mostró interés por jugadores como Lucas Alario y Valentín Barco. En cuanto a la inversión, Gillett asegura que destinará entre 150 y 200 millones de dólares de forma progresiva al club.

Un empresario con un pasado polémico

El nombre de Foster Gillett no es ajeno a la polémica. A principios de 2007, su padre, George Gillett, adquirió el Liverpool junto a Tom Hicks por 500 millones de libras. Sin embargo, su paso por el club inglés se vio empañado por promesas incumplidas, deudas millonarias y una gestión que culminó con el equipo en zona de descenso. En 2010, la venta del Liverpool a New England Sports Ventures (NESV) estuvo marcada por la oposición de Gillett y Hicks, quienes consideraron la oferta demasiado baja. A pesar de ello, la justicia británica dictaminó que la venta debía llevarse a cabo.

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El fracaso deportivo y la pésima administración dejaron una huella en el club, con medios como la BBC calificando la gestión como 'un fracaso'. La construcción del nuevo estadio, prometido por los Gillett, nunca se materializó, y el Liverpool vivió una de sus peores etapas en la historia reciente.

Intentos fallidos en otras ligas

El interés de Gillett por adquirir otros clubes no ha sido fructífero. En 2020 intentó tomar el control del Hearts de Escocia, pero su propuesta fue rechazada por la entonces propietaria Ann Budge. Además, Gillett no pudo hacerse con el Olympique de Lyon en 2022, tras un acuerdo que se estancó y dejó al empresario sin el control de la institución francesa, que finalmente fue adquirida por John Textor.

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NASCAR: otro fracaso empresarial

Fuera del fútbol, Gillett también incursiona en el mundo de las carreras. En 2007 compró el equipo Gillett Evernham Motorsports en la categoría NASCAR. Sin embargo, la gestión financiera estuvo marcada por problemas, ya que no logró cubrir el préstamo de 90 millones de dólares con el que adquirió el equipo. En 2010, los autos del equipo fueron confiscados por la falta de pago, y el equipo fue demandado por su expropietario, Ray Evernham, por un adeudo de 19 millones de dólares. La demanda fue finalmente resuelta fuera de los tribunales.

Rampla Juniors, otro ejemplo de privatización

A la par de su intento de toma de control en Estudiantes, Gillett logró la privatización del club uruguayo Rampla Juniors, que en asamblea aprobó la llegada del grupo inversor encabezado por el magnate. Con esta aprobación, Rampla perdió su esencia y pasó a ser parte de la propiedad de Gillett. En total, 131 votos fueron a favor de la privatización, mientras que 24 fueron en contra.

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