Estados Unidos comenzó con las deportaciones masivas de inmigrantes ilegales

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, compartió imágenes de inmigrantes alineados y esposados mientras abordaban un avión militar, acompañadas de un mensaje contundente: "Los vuelos de deportación han comenzado".

Si bien es común que los migrantes sean esposados antes de los vuelos de repatriación, el uso de aviones militares para estos traslados es algo destacable. Aunque no se especificó el origen de los migrantes, se cree que son personas que cruzaron recientemente la frontera y estaban bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza.

"El presidente Trump está enviando un mensaje fuerte y claro a todo el mundo: si entras ilegalmente en Estados Unidos de América, te enfrentarás a severas consecuencias", afirmó Leavitt en su publicación en Twitter.

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De acuerdo con la cadena CNN, se utilizaron cuatro aviones militares -dos C-17 y dos C-130- para los vuelos de repatriación, partiendo de San Diego y El Paso. Según un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional, el primer vuelo despegó el jueves desde el Biggs Army Air Field rumbo a Guatemala, trasladando entre 75 y 80 personas.

Desde el inicio de su segundo mandato, Trump ha tomado medidas enérgicas contra la inmigración, buscando revertir las políticas de la administración Biden que, según él, fomentaron un aumento en la llegada de migrantes indocumentados. El lunes firmó decretos que amplían las facultades de la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), aceleran la deportación de migrantes indocumentados y eliminan la ciudadanía por derecho de nacimiento, lo que ha generado fuertes críticas de expertos constitucionales y desafíos legales por parte de estados y ciudades liderados por demócratas.

Orden ejecutiva. Una de las primeras medidas de Trump en el gobierno fue la autorización para la deportación de inmigrantes ilegales.

Además, en las primeras horas de su mandato, se cancelaron vuelos de refugiados entrantes, se desplegaron miles de soldados hacia la frontera y se otorgaron permisos a autoridades federales para realizar arrestos en áreas como escuelas e iglesias. Paralelamente, se intensificaron las acciones contra la inmigración desde el Departamento de Justicia, que despidió a funcionarios clave de los tribunales de inmigración y amenazó con procesar a líderes locales que resistieran las medidas.

El uso de aviones militares para deportaciones implica un costo significativamente mayor al de los vuelos alquilados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Según cifras del Departamento de Defensa, operar un C-17 cuesta alrededor de 21,000 dólares por hora, mientras que un C-130 puede costar entre 68,000 y 71,000 dólares por hora.

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Por ejemplo, un vuelo de 12 horas con un C-17 que transportó a 80 migrantes a Guatemala tuvo un costo estimado de 252,000 dólares, mientras que el mismo trayecto en un C-130 habría costado entre 816,000 y 852,000 dólares. En contraste, un vuelo chárter programado por ICE tiene un costo promedio de 8,577 dólares por hora de vuelo.

Dado que la situación en la frontera fue declarada emergencia nacional, el Pentágono ha priorizado estas operaciones, incluso sin calcular costos iniciales, según un funcionario de defensa. Para financiar esta misión, el Pentágono podría recurrir a transferencias internas de hasta 6,000 millones de dólares permitidas por el Congreso para emergencias de alta prioridad, según explicó el general retirado Glen VanHerck.

VanHerck destacó que, al tratarse de una emergencia nacional declarada por el presidente Trump, esta misión cumple con los requisitos necesarios para justificar la reasignación de fondos, a menos que el Congreso disponga lo contrario o asigne nuevos recursos específicamente para estas operaciones.