15/02/2025
El Presidente ya no es tendencia por su discurso contra la casta o su lucha contra la corrupción, sino porque su nombre aparece vinculado a una presunta estafa financiera de alcance global.
Los extremos siempre traen consecuencias. Javier Milei, embriagado por su propia doctrina de libertad sin límites, parece haber cruzado una línea que amenaza con dinamitar su propio gobierno. Lo que comenzó como una simple publicación en sus redes terminó convirtiéndose en un escándalo internacional: la promoción de la criptomoneda $Libra, que colapsó y dejó a miles de inversores en la ruina.
Hoy, el presidente argentino ya no es tendencia por su discurso contra la casta o su lucha contra la corrupción, sino porque su nombre aparece vinculado a una presunta estafa financiera de alcance global.
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Estudios estadounidenses, como los informes de Burwick Law, junto con las investigaciones de Thread Guy y Nick O'Neil, revelan que miles de personas han perdido dinero con esta criptomoneda, y los abogados internacionales ya están en fila para iniciar demandas millonarias en su contra.
Milei quiso imitar a Elon Musk, quien frecuentemente impulsa el valor de Dogecoin con sus publicaciones en redes, pero le salió muy caro. Mientras Musk juega con el mercado pero tiene el respaldo de una de las empresas más valiosas del mundo, Milei se metió en un terreno resbaladizo donde la responsabilidad política es un peso imposible de ignorar.
Tiro en el pie. Justo cuando el presidente Javier Milei podía exhibir buenos números económicos, explotó el escándalo por la estafa cripto.
Cuando la libertad se convierte en un caos
Milei llegó al poder con un mensaje claro: barrer con la corrupción y devolverle al ciudadano el control de su propio destino. Sin embargo, su estilo impulsivo y su necesidad constante de figurar en redes sociales lo llevaron a un error que ahora lo pone en el ojo de la tormenta. Promocionar una criptomoneda sin medir las consecuencias no es un simple desliz, es una imprudencia política y financiera que puede costarle muy caro.
Su falta de filtro y su desprecio por los límites lo han llevado a un lugar que él mismo prometió combatir: el de los engaños financieros y la falta de transparencia. Esta vez, no hay insulto ni grito libertario que lo salve. La realidad es que su imagen de líder disruptivo se resquebraja, y la oposición peronista, que parecía sin rumbo, ahora encuentra una oportunidad dorada para contraatacar.
Y el timing no podría ser peor. En medio del debate sobre la Ficha Limpia en el Congreso y el Senado, donde se define si los condenados por corrupción pueden ejercer cargos públicos, Milei enfrenta su propia crisis de credibilidad.
Justo cuando intentaba consolidar su poder, se ve envuelto en un escándalo que lo expone al riesgo de juicios políticos y demandas internacionales.
Mal timing. El escándalo por el token $LIBRA llegó a días de que el Senado debata el proyecto de Ficha Limpia.
¿El comienzo del declive?
Milei tenía la posibilidad de disfrutar ciertos logros económicos: la baja de la inflación, el superávit fiscal y la estabilidad cambiaria. Sin embargo, su ansiedad por comunicar y aparecer en redes lo llevó a una batalla innecesaria que puede convertirse en el principio de su declive.
Ahora enfrenta algo más grande que un escándalo mediático: posibles consecuencias legales que no solo lo afectarán a él, sino a la imagen de Argentina en el mundo. La inversión extranjera observa con atención. La estabilidad del país, que tanto costó construir, podría verse amenazada por la imprudencia de su propio presidente.
El tiempo dirá si Milei logra salir ileso de esta crisis. Pero una cosa es segura: la libertad sin control no es sinónimo de éxito. A veces, es el camino más directo hacia el abismo.
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