La Corte Suprema revoca cautelar y pone en duda la continuidad del Casino Flotante

La Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió por unanimidad revocar una medida cautelar que permitía la operación del Casino Flotante de Puerto Madero, a pesar de que su concesión expiró en 2019.

La decisión deja en incertidumbre el futuro de la sala de juegos, en un contexto donde la Constitución porteña prohíbe la explotación del juego en manos privadas.

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El fallo y sus implicancias

La medida afecta directamente a la empresa Casinos de Buenos Aires S.A., operadora de los buques 'Estrella de la Fortuna' y 'Princess', que había mantenido su actividad gracias a sucesivas cautelares otorgadas en 2019 y 2021.

El máximo tribunal ordenó a la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal que remita el expediente principal, con el objetivo de definir si el casino puede seguir funcionando en la Ciudad de Buenos Aires bajo las normativas vigentes.

Los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Manuel José García Mansilla cuestionaron la validez de la decisión judicial previa, argumentando que la cautelar "inhibía a la administración de ejercer sus potestades regulatorias" y que esto conllevaba el riesgo de que "los jueces sustituyan a la administración en la determinación de políticas públicas".

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Corte. El máximo tribunal ordenó a la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal que remita el expediente principal.

Un conflicto legal de larga data

El Casino Flotante ha operado desde 2019 sin una concesión vigente, amparado en medidas cautelares que le permitieron continuar con sus actividades mientras se resolvía la situación legal.

En 2016, el Gobierno Nacional transfirió la competencia sobre los juegos de azar a la Ciudad de Buenos Aires, que desde entonces no autoriza nuevas concesiones privadas.

Además, la Corte rechazó un recurso presentado por el Sindicato de Trabajadores del Juego de Azar, aunque instó a la Cámara a dar pronta resolución a los incidentes pendientes, ya que "los recursos extraordinarios interpuestos llevan más de dos años sin resolución".

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Por su parte, la empresa operadora sostiene que la transferencia del control del juego a la Ciudad alteró la ecuación económica de su contrato, al imponerle nuevas cargas impositivas y restricciones operativas.

Sin embargo, desde el Gobierno porteño argumentan que la firma ya ha obtenido beneficios adicionales, como la habilitación de un segundo buque y la incorporación de más máquinas electrónicas.

Con este fallo, la continuidad del Casino Flotante de Puerto Madero queda sujeta a una definición de fondo sobre la legalidad de su operación en el distrito porteño.