El próximo 2 de febrero se va a conocer la sentencia para la mamá de Lucio Dupuy Magdalena Espósito Valenti y su pareja Abigail Páez por el asesinato ocurrido en La Pampa, empero continúan trascendiendo diversas pruebas que fueron presentadas a lo largo del juicio, de las cuales han resultado verdaderamente aberrantes los chats revelados entre las imputadas.
En los chats, se coteja que la madre del niño de 5 años cruelmente asesinado estaba al tanto de las agresiones. «Que no se te vaya la mano que nos vamos a mandar una cagada», refleja uno de los mensajes enviados por Espósito Valenti a Páez.
Otro de los mensajes que se enviaban entre ellas reveló cómo decían que Lucio interfería en sus vidas: «Estoy harta. Yo tengo que estar todo el día con este pendejo», escribió la novia de Magdalena Espósito Valenti.
De hecho, en el marco de la audiencia, la pareja sostuvo que el día de su muerte estaba sola con él y lo golpeó “porque se mandó un moco”. “Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí donde, ni sé por qué tampoco. No le encuentro una explicación todavía”, relativizó Páez, más allá de que su declaración contradice la autopsia.

Además de asegurar que el niño le «amargaba la vida», la pareja de la mamá de Lucio hacía pasar hambre al niño, lo exponía debajo de la lluvia a modo de penitencia y lo golpeaba por el simple hecho de vomitar. Todo esto con la anuencia de Espósito Valenti quien, por el vínculo materno, debería haber protegido al niño de cinco años de semejante monstruo.
«¿Cómo le pegaste? ¿Ya van dos veces que vomita?», supieron dialogar por chats, en una consulta de Magdalena Espósito a Abigail Páez, dejando entrever que ella fue igual de monstruosa que su pareja con el trato que le daba a su propio hijo.
La causa donde las acusadas fueron imputadas es por «homicidio triplemente calificado por el vínculo y con ensañamiento y alevosía; en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal, triplemente agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia con la víctima menor de 18 años, como delito continuado».