Todos los bebés nacidos durante esta cuarentena, establecida para mitigar el avance de la pandemia coronavirus, ya cumplieron sus tres meses de vida. No obstante, pese a no haber podido conocer al resto de su familia, crecieron en un marco de mayor intimidad y disponibilidad en el seno familiar, lejos de las obligaciones y las rutinas establecidas que suelen tener los padres.

Bebés pandemials, coronials, baby-coronas son algunos de los apodos con los que nacieron quienes vinieron al mundo en la época en la que el coronavirus parece continuar
arrasando en todo el mundo.
En el país, puntualmente, son los bebés que nacieron a partir del aislamiento obligatorio que decretó el gobierno nacional como instrumento para frenar la pandemia.
Nacer en estos tiempos de pandemia implica un abanico de ventajas y desventajas. La visita de los abuelos, la salida a la plaza, las primeras reuniones, todo aquello que no puede ser, y lo cual fue reemplazado por la videollamada y compensado por la intimidad que impuso el estar en casa a esperar que pase el virus y llegue la nueva normalidad.
“Crecer en los primeros meses de vida para un niño es encontrarse con un mundo nuevo donde tiene una fusión absoluta con su mamá, o con quien lo materne. En este vínculo, bebé y mamá son uno, no necesitan a nadie más que a ellos dos“, explicó la psicóloga Alejandra Libenson en diálogo con Telám.
En ese sentido, Marisa Malchiodi, líder de la Liga de la Leche, la ONG que, desde que empezó el aislamiento mantiene sus grupos de encuentro de manera virtual, señaló: “En tiempos de pandemia las consultas han aumentado, los controles son espaciados y las mamás preguntan cuáles son las señales de hambre, de alarma y de satisfacción en la alimentación de sus bebés“.
En tanto Libenson explicó que aún es pronto para evaluar secuelas de la pandemia, aunque afirmó que el puerperio no se ve condicionado por el impacto del coronavirus. Ganas de reír, de llorar, tranquilidad, tristeza, miedos, expectativas y desilusiones, todo esto se va a producir, "dentro de una pandemia o fuera de la pandemia"
.

Madres y padres de los coronials aguardan el momento en que la pandemia termine para poder contarlo. Para la psicóloga, el relato de lo que vivió ese bebé dependerá del cómo se lo cuenten; si desde el lugar del miedo o desde la esperanza de que todos estaban ansiosos por conocerlo, acompañando cómo pudieron y que esta es su historia, “lo que le tocó vivir, sin dramatizar, ni minimizar el amor”.