Sorprendió a la oposición el lanzamiento de Elisa Carrió a la cancha electoral. Sin embargo, la fundadora de la Coalición Cívica ya había avisado de su intención de jugar a fines de enero, al indicar que su postulación iba a favorecer la unidad de la oposición.
El lanzamiento coincide con un momento particularmente caótico en Juntos por el Cambio: la oposición corre riesgo de partirse en varias provincias, ante la falta de acuerdo entre los distintos candidatos a gobernador.
“Lilita” se suma así a un a amplio listado opositor que quiere llegar a la Casa Rosada: Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta por el PRO y Gerardo Morales y Facundo Manes por la UCR. Carrió se lanza para garantizarle lugares en las listas a los legisladores de la Coalición Cívica que tienen que renovar sus bancas.

Esa es la verdadera razón que anima su candidatura presidencial, en un contexto en el cual la Coalición Cívica es imposible que encabece la fórmula de la oposición. En Juntos por el Cambio afirman que Carrió busca, antes o después de las PASO, generar músculo electoral, adhesiones, y de esta forma forzar una negociación para que sus candidatos a legislador puedan colarse en las listas.
La oposición, al igual que el Frente de Todos, tiene que armar sus listas de legisladores entre una gran cantidad de partidos que componen la coalición. Todos deben quedar contentos en este reparto, y Lilita no quiere que los suyos queden afuera.

Carrió ya amagó varias veces con irse de la política, pero termina finalmente presentando esta candidatura testimonial porque la Coalición Cívica no supo generar con el paso de los años ningún líder poderoso que la reemplace. En cuanto a los realineamientos internos, Carrió ahora trabaja con el sector más moderado de Juntos por el Cambio, que tiene como referentes a Gerardo Morales y a Horacio Rodríguez Larreta.
Carrió está en este sentido en la vereda de enfrente de Macri y sus “halcones”, que tienen en Patricia Bullrich a su principal postulante a la Rosada. Habrá que ver cómo termina esta nueva aventura presidencial de Carrió, quien en el pasado tuvo fuertes encontronazos con sus propios socios internos.
Al exministro de Seguridad y actual diputado Cristian Ritondo lo trató de “barrabrava” y también amagó con renunciar a Juntos por el Cambio denunciando “negocios” de algunos de sus integrantes.