De acuerdo con el resultado arrojado por las pericias scopométricas realizadas en el laboratorio de la Policía Federal Argentina de Mar del Plata, la huella sobre el rostro de Fernando Baéz Sosa, el joven asesinado a golpes el 18 de enero en Villa Gesell, corresponde a la zapatilla de Máximo Thomsen. “Había dos improntas en el rostro de la victima: una no se pudo establecer porque era muy chiquita y, la otra, se estableció que coincide con unas zapatillas Cyclone secuestradas y que coinciden con el pie de Thomsen“.
“La Justicia siempre sostuvo al valorar el caso que se trató de una coautoría funcional, lo que significa que todos los acusados hicieron un aporte indispensable y que cada uno de esos aportes llevó al resultado muerte, al homicidio. No hubo una sola patada mortal, sino que todos los golpes fueron mortales“, expresaron voceros de la causa, respecto a que este resultado no significa que esa haya sido la “patada mortal”.
Estas pericias sobre los calzados de los rugbiers comenzaron el 29 de mayo en el laboratorio de Policía Federal Argentina de Mar del Plata y se conocieron justo a horas de que se cumplan seis meses del asesinato de Fernando. El objetivo inicial de ese estudio ere precisamente cotejar las huellas de las zapatillas secuestradas en la vivienda que los acusados alquilaban en Villa Gesell con una impronta hallada en la cara de Báez Sosa. La fiscal de la causa, Verónica Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 gesellina, ordenó la toma de nuevas huellas plantares de los ocho rugbiers detenidos en la Alcaidía de Melchor Romero, para determinar el tipo de pisada y precisar cuál de ellos es el dueño del calzado que impactó la cara de la víctima.
Cabe recordar que por el crimen están detenidos y procesados por el delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”, Thomsen, Ciro Pertosi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz. Además, Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi están acusados como “partícipe necesario”.