El Dr. Robert Malone, el co-creador de la tecnología de vacunas de mRNA (ARN mensajero) en la década de los ’80, dio una entrevista en el podcast de Joe Rogan el jueves pasado. Además de contar sobre su vida, también relató su experiencia como virólogo e inmunólogo de Estados Unidos, quien inventó la famosa tecnología que actualmente se utiliza en la vacuna contra el coronavirus de Pfizer.
Durante 1987, como investigador del Instituto Salk, Malone fue el primer científico en transfeccionar ácido ribonucleico (ARN) tanto en ratas como en humanos. En otras palabras, fue el primero en lograr introducir material genético externo en células humanas, dando así el inicio a la tecnología de ARN mensajero.
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A raíz de esto, Malone se convirtió en una eminencia del mundo de la virología en la década del 90, trabajando con múltiples farmacéuticas y con agencias del Estado. Sin embargo, fue relegado al ostracismo en el último año cuando salió a criticar las vacunas de ARN mensajero de Pfizer, a pesar de que es la persona que más sabe de este tipo de tecnología en todo el mundo.
Un día previo a dar la entrevista, Twitter bloqueó la cuenta del doctor por las críticas que realizó. Luego de dar la entrevista, el video fue removido de YouTube, aunque hubo usuarios que lo habían descargado y lo volvieron a subir. Lo mismo le ocurrió con su cuenta de LinkedIn.
¿Qué dijo en la entrevista?
Durante la entrevista, el Dr. Malone explicó que nunca se le hubiera ocurrido que por hablar de sus conocimientos científicos en una red social iba a ser censurado. Entre otras cosas, indicó que la vacuna de Pfizer debería haber pasado por muchas más etapas de testeo antes de ser liberada al público, especialmente porque utiliza la tecnología de ARN mensajero, la cual nunca había sido usada en vacunas para la población masiva.
Las vacunas de ARNm de Pfizer y de Moderna engañan al cuerpo haciéndole creer que está contagiado del virus, y ante esto, lo obliga a producir proteínas que fomentan la creación de anticuerpos contra el SARS-CoV-2. No obstante, según el Dr. Malone, estas proteínas pueden ser dañinas, especialmente en los más jóvenes o en los deportistas de alto rendimiento, y pueden provocar daños permanentes en los órganos críticos del cuerpo.
A partir de la censura, Malone aseguró que estuvo investigando el trasfondo de la cuestión. Al hacerlo, encontró que uno de los directores del medio Reuters, que prácticamente todas las redes sociales usan como “fact-checker”, es también uno de los directores de Pfizer.
“Lo que más me importa a mí es que la gente tenga acceso a toda la información y pueda tomar su propia decisión. Pero con esta vacuna, dicen que si la gente tiene acceso a toda la información, se desincentiva a dársela, entonces hay censura“, sostuvo. En tanto, añadió: “Ahora dicen que soy un mentiroso, y que yo no inventé esa tecnología, a pesar de que soy el que tengo la patente. Nadie puede debatir eso. Yo jugué un importante papel en la creación de esta tecnología y prácticamente todas las demás voces que tienen ese trasfondo, tienen conflictos de intereses financieros. Creo que soy el único que no lo hace, no estoy obteniendo dinero de esto“.
Desarrollo de medicamento para tratar casos de COVID-19
Malone tuvo coronavirus en febrero del 2020 y afirmó que mejoró al tomar pepcidina (famotidina). Desde entonces, con una de las empresas farmacéuticas para la que trabaja, reveló que está desarrollando un medicamento en base a la famotidina, la cual ya fue aprobada por la FDA, para tratar los casos de COVID-19.
Luego se vacunó contra el coronavirus con la dosis de Moderna, ya que así lo requería la empresa para la que trabajaba con el fin de viajar a Francia en medio de las estrictas cuarentenas del 2020. Al inocularse con la segunda dosis de Moderna, Malone reveló que sufrió hipertensión: “Estos son todos casos adversos del ARN mensajero, especialmente para las personas que ya tuvieron la enfermedad y poco después se vacunan con esta tecnología“, aclaró.
“Mas de medio millón de seguidores que tenía se fueron en un abrir y cerrar de ojos. Esto significa que perdimos un componente crítico en nuestra lucha para detener que las vacunas sean obligatorias para los niños y para detener la corrupción en nuestros gobiernos, así como en el complejo médico-industrial y las industrias farmacéuticas“, concluyó.
