Dos Iglesias del centro de Santiago de Chile fueron quemadas este domingo tras la multitudinaria manifestación que congregó a decenas de miles de personas para conmemorar el primer aniversario de la ola de protestas que sacudió al país en octubre del año pasado.

El primer santuario atacado por los manifestantes fue la Iglesia San Francisco de Borja, utilizada regularmente por el cuerpo policial de Carabineros para ceremonias institucionales. En tanto, horas más tarde, hicieron lo mismo con la Iglesia de la Asunción, una de las más antiguas de la capital con más de un siglo y medio de antigüedad. Al instante de caer la cúpula en llamas debido al colapso de la estructura, los protestantes encapuchados celebraron.
Asimismo, al observar cómo ardía la Iglesia de la Asunción, los bomberos y rescatistas hicieron un cerco para evitar que el colapso de la estructura impactase sobre la gente. Sin embargo, también se oyó decir por parte de los encapuchados: «Que caiga, que caiga«, quienes celebraban la posterior caída de la cúpula de la pequeña Iglesia, conocida también como «la parroquia de los artistas«.
Otro de los puntos de violencia fue un incendio en las oficinas de la Mutual de Seguridad de la Cámara Chilena de la Construcción, que es una corporación sin fines de lucro que otorga cobertura en accidentes laborales. También se registró un ataque a la comisaría de la popular comuna (barrio) de Puente Alto.
En la plaza, los manifestantes vivieron una jornada pacífica con pequeños incidentes aislados, como una pelea entre barra bravas de Colo Colo y Universidad de Chile, principales clubes de fútbol chilenos, y el intento de agresión al alcalde (intendente) comunista de la popular comuna (barrio) capitalina de Recoleta, Daniel Jadue, quien tuvo que irse de Plaza Dignidad custodiado por sus simpatizantes. Además, el icónico monumento al general Manuel Baquedano, en el centro de Plaza Italia, fue pintado completamente de rojo por los manifestantes, algo que ya había sucedido en manifestaciones anteriores
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El 18 de octubre de 2019 se registró en Santiago una violenta jornada de manifestaciones, con incendio de estaciones de subte, que dio inicio a una serie de protestas ciudadanas en todo el país, en un proceso bautizado como «estallido social”. Los chilenos se manifestaron para terminar con el sistema económico neoliberal, contra el alto costo de los servicios básicos y para cambiar la Constitución política redactada durante la dictadura, además de otras demandas sociales.
Varias agrupaciones sociales y partidos políticos de la oposición llamaron a manifestarse hoy pacíficamente para recordar el primer año de las protestas. En tanto, el presidente chileno, Sebastián Piñera, quien es fuertemente cuestionado desde que empezó esta crisis, la más importante en 30 años de democracia, llamó a realizar una manifestación pacífica y respetando las medidas sanitarias impuestas a raíz de la pandemia de coronavirus, que en Chile ha dejado casi 491.943 contagios y 13.635 fallecidos confirmados.
La policía había anunciado para este domingo el despliegue de unos 40.000 agentes para resguardar la seguridad, además del apoyo de militares en el caso de ser necesario, al mantenerse el estado de emergencia por la pandemia. En tanto, se conoció que, a las 23 horas (medianoche de Argentina) comienza el toque de queda
decretado por el Gobierno durante la emergencia sanitaria.