Ante el robo de su teléfono en el barrio de Constitución, Flavia Beatriz Juárez quiso recuperarlo disparando contra el delincuente, pero terminó con la vida de un reciclador urbano que quedó en la línea de fuego.
El caso había comenzado el día del hecho: 31 de diciembre de 2020, pero hoy se conoce el veredicto. El Tribunal Oral en lo Criminal 16 de la Capital Federal condenó a Juárez, que en ese momento era Policía de la Ciudad, a cadena perpetua por terminar con la vida de un cartonero inocente mientras perseguía con disparos de su arma reglamentaria al ladrón que le había arrebatado su celular.
La víctima del hecho fue Pablo Ricardo Pereyra, que se encontraba recolectando cartones junto a un contenedor de basura aquel fatídico día. Cuando la mujer abrió fuego contra el criminal, uno de sus disparos le alcanzó en el abdomen. Por el impacto, lo trasladaron al Hospital Ramos Mejía, donde permaneció internado hasta que el 12 de enero de 2021 falleció.

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El juicio contra Juárez
Los jueces avalaron la hipótesis del fiscal de juicio, Fernando Fiszer, quien en su alegato afirmó que “la señora Juárez disparó hacia un grupo de personas con el fin de causar una muerte” y su única motivación pudo ser “vengarse” de quien le robó el teléfono. Cuando le tocó declarar en el juicio, Juárez lamentó “con el alma” la muerte de Pereyra y negó haber actuado por “venganza”. Además, alegó que sus disparos fueron “hacia arriba” y “de manera intimidatoria”.
El fallo de los jueces Inés Cantesani, Liliana Barrionuevo y Gustavo Javier González Ferrari fue unánime. Condenaron a Juárez como autora del cargo de “homicidio agravado cometido en abuso de su condición de miembro de una fuerza de seguridad y mediante el empleo de un arma de fuego”; así como también por “tentativa de homicidio agravada” en contra del arrebatador del celular.
“Las imágenes son contundentes. Se observa, con claridad, no sólo la forma en que Flavia Juárez inició la persecución, sino también el modo en que empuñó su armamento reglamentario con el brazo derecho extendido a la altura del hombro y disparó continuamente. Así como también el fatídico momento en el que uno de esos disparos impactó contra Pablo Ricardo Pereyra“, afirmó la jueza Cantisani en los fundamentos del fallo.