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El martes por la noche, los ministros de Salud, Sajid Javid, y de Finanzas, Rishi Sunak, anunciaron casi en simultáneo sus respectivas renuncias a partir de los incesantes escándalos que rodean al gobierno de Boris Johnson. Tras un alud de dimisiones en protesta contra la legitimidad del primer ministro, Johnson comparece este miércoles ante los diputados británicos para defender su continuidad en un cargo que cada vez pende más de un hilo.
Luego de las renuncias de los ministros de Salud y Finanzas, le siguieron una decena de otros miembros del gobierno, de menor rango, en una sangría que siguió este miércoles con tres nuevas retiradas, que suman ya 13. El secretario de Estado para la Infancia y la Familia, Will Quince, dimitió asegurando “no tener otra opción” tras haber transmitido en los medios de comunicación informaciones proporcionadas por la oficina de Johnson “que resultaron ser inexactas”.
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Asimismo, la asistente del secretario de Estado de Transportes, Laura Trott, renunció considerando que la confianza en el Gobierno se perdió. Y el secretario de Estado de Educación, Robin Walker, lamentó al presentar su dimisión que los “grandes logros” del Gobierno hayan sido “ensombrecidos por errores y cuestiones de integridad”.
Además de Sinak y Javid, el martes también renunciaron otros diputados que ocupaban cargos de menor responsabilidad. Entre ellos, Bim Afolami, que dimitió como vicepresidente del partido conservador, y Andrew Murrison, que se apartó como enviado comercial ante Marruecos. En tanto, ayer también presentaron la renuncia dos secretarios privados en el Partido Conservador: Jonathan Gullis y Saqib Bhatti.
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Boris Johnson comparece por esta mañana en la sesión semanal de preguntas en el Parlamento y por la tarde ante el llamado “comité de enlace” formado por los presidentes de las diferentes comisiones parlamentarias y encargado de examinar el trabajo del gobierno. Entre ellos figuran algunos de sus más acérrimos detractores en el seno de su Partido Conservador.
