Se trata de Alfredo Osvaldo Poggietti, un suboficial de la Policía Federal retirado quien fue asesinado de un disparo en la cabeza cuando enfrentó a tres delincuentes que intentaron ingresar a su casa en la esquina del cruce de las calles California y Río Limay, en el barrio porteño de Barracas. El matrimonio había arribado a esa esquina a bordo de un Volkswagen Fox Negro, cuando al descender del vehículo, Poggietti fue sorprendido por los ladrones que estaban armados.



El ex policía luchó contra los malvivientes y logró extraer su revólver calibre 38 que portaba. De acuerdo con los testimonios recogidos por la causa, la resistencia de Poggietti cedió al mismo tiempo en el que se escuchó un disparo. El proyectil tomó una trayectoria ascendente e impactó en la cabeza del sargento y le provocó la muerte casi en el acto en el pasillo de la propiedad. Su esposa presenció el crimen.
Tras el homicidio, un grupo de vecinos se autoconvocó en la puerta de la vivienda del ex policía asesinado para reclamar por la seguridad. “La inseguridad es todos los días. Si no nos cuidamos nosotros, nadie nos cuida”, manifestaron mientras que los peritos de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía de la Ciudad trabajaban en la escena del crimen.



Los asaltantes lograron fugarse a pie. La investigación del caso quedó a cargo de la Fiscalía Nacional Criminal y Correccional 1, a cargo de Pablo Recchini. En tanto, desde una cámara de seguridad de una propiedad particular se logró registrar a tres hombres jóvenes y a una mujer que escapaban del lugar. Los investigadores creen que puede haber un quinto involucrado en el caso, y asimismo, intentan determinar si el disparo que mató a Poggietti provino de su propia arma de fuego o de la de alguno de los ladrones.