La consultora D’Alesio Irol difundió los resultados de una encuesta realizada a casi 200 ejecutivos en los que se consulta por las perspectivas que tienen de sus negocios a futuro. La conclusión principal es que los resultados están fuertemente influenciados por el aparte económico a nivel nacional e internacional como consecuencia de la pandemia. Hay incertidumbre con respecto a lo que depara el futuro.

Como principales ejes y definiciones de los 190 ejecutivos que fueron que forma parte de de esta muestra que se realizó de forma online se destaca que el balance entre «inversiones-empleo» da negativo. La productividad de las empresas está en caída hace meses y no hay signos claro de un recuperación que pueda alentar en pensar en otro escenario en lo inmediato.
Otro de los puntos fundamentales es que las exportaciones se encuentran alcanzadas por la actual recesión, situación que termina repercutiendo de forma sensible en la actividad empresarial en media de la pandemia. De aquí se desprende que el panorama para lo que viene se asocia más a la incertidumbre generada por esta crisis, que a un hipotética certeza de que hay un camino para poder revertir la caída sostenida.
«¿Qué cree que sucederá con las exportaciones en su empresa dentro de doce meses?», es una de las consultas a las que deben responder los encuestados y allí se establece una comparación con el mes de octubre de 2019. El 36% el año pasado aseguraba que iban a "aumentar moderadamente" y en la actualidad se reduce el 25%. A su vez se duplican la opinión de aquellos que piensan que "disminuirán significativamente" (9% en octubre a 18% en la actualidad).

Uno de cada tres ejecutivos espera que haya «alguna evolución positiva de sus ventas para el año próximo». El análisis de esta fuerte definición es la confirmación de que el 2020 es considerado por muchos como un año perdido, un año que con o sin cuarentena, quedará marcado como un año de recesión profunda en la actividad empresarial. A falta de la segunda mitad de año, la visión parece ser definitiva.
Además, la encuesta hace hincapié en el proceso o el «mientras tanto» para llegar al 2021. El empresariado coincide en que "los cambios en las condiciones de contratación e incentivos fiscales son factores clave para mantener y generar empleo".
La dificultad para mantener a los empleados e impuestos aparecen como un gran fantasma a combatir por el sector.
En esta misma línea se destaca que el empresariado considera que los aumentos de precios se ajustan por debajo de los incrementos salariales, es decir que las ganancias se reducen. En detalle, mientras que en octubre del 2019 el 13% señalaba que los aumentos eran "mucho mayor" (por encima de los 10 puntos), en este mes ese valor se reduce a seis puntos porcentuales. La respuesta "mayor" (entre 5 y 9 puntos) es considerada en un 20 y 12%, respectivamente.
Sobre el final de la encuesta, los empresarios responden a los principales factores que se debe tener en cuenta para aumentar la competitividad del país. Se vuelve a establecer una comparación de sus opiniones con respecto al contexto de octubre de 2019: una reforma impositiva, una reforma laboral y bajar la inflación aparecen como las cuestiones principales a considerar.
El pedido del buen "funcionamiento de las instituciones y la justicia"
también figura entre las opiniones del empresariado.
