Un joven que fue apuñalado a la salida del polideportivo R. Pando, propiedad de San Lorenzo de Almagro, a la salida del enfrentamiento Tebar vs. Vega WGP#48, exige judicialmente un resarcimiento de $580.000, o lo que en más o en menos resulte de la causa, por los daños sufridos.
La empresa Ticketek, expendedora de las entradas del espectáculo que tuvo lugar el 24 de agosto de 2018, también fue demandada por su presunta responsabilidad en el hecho.
EL RELATO DE LA VÍCTIMA
El denunciante narró en su escrito que al término de la pelea, aún dentro del polideportivo, se desató una trifulca entre aproximadamente diez personas a dos metros de donde él esperaba para salir. Entre ellas, dice, había personal de seguridad. “Inmovilizado, apretujado” son los adjetivos que elije para definir su situación cuando, imprevistamente, un hombre de 24 años se le acercó con un arma blanca y le propinó una puñalada en el pecho.
Fue asistido y enviado al hospital Penna donde se le hicieron curaciones, placas y se le prescribieron analgésicos. Regresó a su casa pero al día siguiente tuvo una recaída y lo llevaron al hospital Zubizarreta. Allí le diagnosticaron neumotórax. Lo atendieron y luego le dieron el alta parcial, con la indicación de seguir controlando su evolución.
LOS RECLAMOS ECONÓMICOS
En el escrito, el demandante reseña que los organizadores del acontecimiento deportivo al que asistió, son responsables de los perjuicios sufridos.
Se trata, explica, de una relación de consumo en la que quien ofrece el espectáculo es responsable de la integridad de los asistentes.
En este caso, la obligación fue incumplida, ya que nadie evitó que un desconocido armado lo apuñalara en el tórax, lo que pudo haberle causado la muerte.
El escrito está acompañado por gran cantidad de documentación, entre otras constancias, denuncia policial, ingreso en los hospitales Penna y Zubizarreta, recetas médicas, copia de la entrada del espectáculo, tentativas de acuerdo extrajudicial.
El hombre, de 37 años cuando fue atacado, asegura que el episodio lo perjudicó desde el punto de vista psicológico, laboral, físico, sexual y en su vida de relación.
Señaló que aún hoy tiene dificultades para respirar, padece ahogos, sofocaciones, eso ha permeado todos los aspectos de su vida: ya no se atreve a ir a sitios concurridos, cerrados, teme ser agredido, le preocupa sufrir falta de aire, dejó de practicar deportes y evita actividades que impliquen esfuerzo físico.
El denunciante se puso a disposición de la justicia para ofrecer más pruebas, someterse a pericias psicofísicas , o enfrentarse con los denunciados.
