La particular historia sucedió en la localidad santafesina de Rafaela y tuvo como protagonista a Luis Spahn, un obrero que se encontró cheques por dos millones de pesos en la rotonda de Esperanza y los devolvió. Como recompensa le obsequiaron una pala.
El hombre viajaba para realizar un trabajo cuando se encontró en la calle un simple manojo de papeles. En el mismo encontró cheques endosados que reunían un valor de 2 millones de pesos. Spahn hizo la buena acción del día y devolvió los cheques a sus dueños.

Pero lo más llamativo fue la recompensa que recibió este hombre por su buen gesto: apenas una pala. Se reunió con los propietarios del cheque que son empresarios de la construcción quienes le consultaron si necesitaba una herramienta.
“Les dije que no, pero me buscaron una pala”, detalló el hombre que posó con el obsequio y despertó diferentes opiniones respecto de su la recompensa que recibió por su buen gesto.
Lo insólito es que el hombre contó que vive en un departamento y que no tiene donde usar la pala.