El legado de Diego Armando Maradona perdura en el corazón de todas aquellas personas que lo amaron y admiraron. Incluso, algunos aún se niegan a aceptar su desaparición física, ya que sus recuerdos viven en el imaginario colectivo. Luego de que se cumplieran tres meses del fallecimiento del Diez, Diego Maradona Sinagra se pronunció de manera pública para honrar la memoria de su padre y remarcó el dolor que le ocasionó no poder haber estado presente en su velatorio por haber contraído coronavirus, lo cual le impidió viajar desde Italia hacia la Argentina.
Diego Jr., que en la actualidad reside en Nápoles y comenta la campaña del equipo de la ciudad en una radio, abrió su corazón para recordar la última conversación telefónica que mantuvo con el campeón con la Selección Argentina del Mundial de México 1986. “Después que se operó, Jana me hizo una videollamada al día siguiente. Pude charlar, lo vi bien. Me hacía chistes como siempre. Nos reímos mucho. El último chiste fue que le dijo a Jana: ‘Mirá la cabeza que tiene tu hermano’. Guardo en mi corazón las extraordinarias anécdotas y esos momentos que pude compartir con él”, rememoró en diálogo con el programa Cómo te va? de Radio Colonia.
El hijo de la italiana Cristiana Sinagra revivió el hecho que no le permitió brindarle un último adiós en persona a su papá. “Después me contagié Covid, estuve internado y en esos días ya no me pude comunicar. Cuando estaba internado pasó lo que pasó”, expresó. Además, el subcampeón con la selección italiana de fútbol playa del Mundial de Francia 2008 reconoció que aún le “sigue costando” hablar sobre el astro futbolístico porque lo “extraña mucho”. “Todos los consejos, el día a día, las veces que hablaba con él de todo: fútbol, de la vida… Perdí una persona fundamental en mi vida. Cuesta, uno sufre…”, enfatizó.



Y agregó: “Siempre hablaba, y por lo que nosotros vivimos en el pasado, él siempre me pedía perdón por lo que pasó en nuestra vida. Yo un día le digo: ‘Pa, no quiero que me pidas perdón, ¿sabés por qué? No hay nada que pedir perdón.En todas las familias pasan cosas que no se pueden explicar. No me interesa el pasado. Yo quiero el futuro’. Y me gusta seguir pensando así. Aunque él no esté físicamente, yo con él siempre voy a tener un futuro brillante porque nuestros corazones están conectados. Él es eterno”.
Además, se refirió al dolor que generó en Napoli la muerte de Pelusa, quien grabó su huella en la institución italiana con su etapa que se extendió desde julio de 1984 hasta abril de 1991. “Es como que una parte del corazón de todos los napolitanos se apagó. Hay un antes y un después. Mi viejo fue lo mejor de todos los tiempos; pero fue lo mejor de todos los tiempos en Napoli y eso es distinto”, aseguró el ex integrante de Napoli Beach Soccer, de 34 años.
El futbolista con experiencia en el ascenso de su país de origen, que fue reconocido por su padre biológico en agosto de 2016, concluyó con una reflexión sobre la relevancia del ídolo en la ciudad del sur de Italia. “Mi viejo fue el más grande en Napoli, que es una ciudad mágica. Antes de conocer futbolísticamente a mi viejo era un equipo que peleaba siempre el descenso, mitad de tabla, y de repente nosotros nos transformamos en un equipo enorme. Hay gente que me ve y llora, se acuerda de mi viejo. Eso es la cosa más linda que dejó mi viejo”, sentenció.