La madre solo alimentaba con mangos, bananas y paltas a su hijo de un año y medio, que terminó muriendo por desnutrición.

El hecho sucedió en Cape Coral, al suroeste del estado de Florida, en Estados Unidos. La mujer en cuestión, Sheila O’Leary (35), madre de cuatro niños, fue arrestada, por la policía tras el fallecimiento de su hijo Ezra, de tan solo 18 meses. Según la investigación, el bebé estaba desnutrido y apenas pesaba 7 kilos al momento de su deceso.
Las fuentes policiales informaron que la mujer es la principal responsable del deceso del bebé por una grave malnutrición. Según le explicó a los oficiales, ella y toda su familia eran veganos. Por esta razón, sus hijos (incluido Ezra) seguían una dieta a base de alimentos crudos, que consistía principalmente en frutas y verduras, como mangos, rambutanes, bananas y paltas.
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Hace unos días, el médico forense del caso declaró ante el juzgado que el bebé “parecía estar gravemente desnutrido en el momento de su muerte”. Además, detalló, que con un año y medio, apenas pesaba poco más de 7 kilos, un peso aproximado para un niño de siete meses.
Por otro lado, la jefa de la Unidad de Víctimas Especiales de la Oficina del Fiscal, Francine Donnorummo, contó el diagnostico de otro de los hijos de la pareja. Sufría de retraso en su desarrollo por seguir esta alimentación y también destacó que ellos entendían bien lo que hacían. “Ese niño no comía. Lo mataron de hambre durante 18 meses. Fue una acción pensada y planificada, ella sabía lo que tenía que hacer”, sostuvo.
En la exposición de los argumentos finales, la Fiscalía indicó que hay pruebas suficientes para que el jurado declare culpable a Sheila O’Leary. Asimismo, la defensa le expresó al jurado en su alegato final que “ella no tuvo intención de dañar a Ezra”. Sin embargo, la mujer rechazó el acuerdo de culpabilidad de la fiscalía por 30 años de cárcel. Por esto, si el juez encargado del caso, la halla culpable el 25 de julio (día de la sentencia), recibirá una sentencia de cadena perpetua.