El Gobierno de Estados Unidos ordenó el cierre de su consulado chino en la ciudad de Houston, Texas con el fin de intensificar la tensión entre Washington y Beijing, donde condenaron “enérgicamente” la decisión norteamericana a la que calificó como “provocación política unilateral”.
Ante esta nueva medida implementada por el Departamento de Estado norteamericano se da un plazo de 72 horas para su cumplimiento, siendo su vencimiento el próximo viernes. El objetivo es “proteger la propiedad intelectual y la información privada de los estadounidenses”.
Asimismo, esta orden de cierre de la sede consular se origina luego de la grave acusación que realizó el Departamento de Justicia estadounidense contra dos ciudadanos chicos a quienes les imputó el delito de hackear servidores de empresas de 11 países para intentar robar datos de la vacuna para el COVID-19 y los secretos de tecnología militar.
Por su parte, China condenó enérgicamente la decisión de Estados Unidos y su canciller, Wang Yi advirtió que las relaciones entre ambas potencias enfrentan su desafío más severo desde que se establecieron los lazos diplomáticos en 1979 cuando Estados Unidos reconoció de manera formal a la República Popular de China. En tanto, el portavoz de la cancillería china, Wang Wenbin indicó que el hecho “viola gravemente el derecho internacional y las normas básicas que rigen las relaciones internacionales, infringe el acuerdo consular bilateral entre China y Estados Unidos y socava las relaciones sino-estadounidenses”.
La confrontación en el espacio diplomático tiene un trasfondo más amplio que se centra en la pugna por la hegemonía global y se diversifica en la competencia por el comercio, la tecnología, la libertad de prensa y suma, en la actualidad, el nuevo coronavirus y la carrera por la vacuna. Además se suma la entrada en vigencia de una nueva ley de seguridad para Hong Kong, siendo uno de los avances sobre las libertades civiles en la isla semiautónoma.
La prensa estadounidense especula que una eventual respuesta china podría ser la orden de cierre de alguna de las representaciones diplomáticas que Estados Unidos posee en su territorio, entre ellas el consulado de Wuhan, donde los diplomáticos estadounidenses evacuaron cuando la ciudad se convirtió en el foco de la pandemia coronavirus.
Estados Unidos mantiene los consulados en las ciudades de Shenyang, Chengdu, Shanghái y Cantón, mientras que China, posee en Nueva York, Chicago, San Francisco y Los Ángeles.
