El hospital de Clínicas de la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, por décadas fue conocido como un emblema de la salud pública, sin embargo, los años de abandono se reflejan en el pésimo estado de sus instalaciones y la denuncia de sus médicos y pacientes.
En el discurso del presidente Alberto Fernández en la apertura del 141 período de Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación, señaló que “La salud de argentinos y argentinas ha vuelto a ser una prioridad para el Estado“.
“En el marco del Plan de Reconstrucción y de mejora en el acceso al Sistema de Salud se invirtieron 188 millones de dólares, en equipamiento sanitario y vehículos; 54 millones de dólares en obras de infraestructura sanitaria y 282 millones de dólares, en transferencias financieras, para el fortalecimiento del sistema de salud, en todas las provincias”, afirmó el mandatario.
No obstante, la supuesta inversión parece no llegar al hospital, ya que el edificio se encuentra en mal estado. De hecho, cada día miles de usuarios deben ser atendidos en centros con paredes que se caen a pedazos, enormes manchas de humedad, pérdidas de agua, peligrosas instalaciones eléctricas e incluso hay quienes deben permanecer internados en esas condiciones.
Asimismo, el personal médico hace malabares para poder cubrir los requerimientos de los pacientes pese a la falta de insumos. Los reclamos datan desde hace años debido a la falta de inversión en el mantenimiento edilicio.
Cabe recordar que el Hospital de Clínicas José de San Martín (UBA) fue el escenario donde el ex ministro de Salud Ginés González García llevó a cabo una serie de irregularidad en la pandemia en torno al Vacunatorio VIP, lo cual derivó en su renuncia.
Se empezó a construir en 1930 y se inauguró 23 años después en 1953. Es un edificio de distribución vertical de 20 pisos, varios de los cuales están sin funcionamiento.
En un informe televisivo de Código País, hace algunos años se relevó el pésimo estado por la humedad, las roturas en las paredes, cables pelados, la falta de calefacción, la escasez de camas, la cuales son el claro reflejo del abandono.