En un vuelo proveniente de Miami, organizado con el fin de repatriar a los argentinos que se encontraban varados allí, se trasladó el cuerpo embalsamado de un empresario que había fallecido por coronavirus, aunque nunca fue declarado.

Debido a esto, y tras ser confirmada la situación, la Secretaría de Calidad del Ministerio de Salud radicó la correspondiente denuncia penal para identificar al responsable de que el cuerpo fuese trasladado sin conocerse que había estado infectado por COVID-19.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), ya había señalado que “la transmisión de patógenos provenientes de cuerpos muertos es rara”, mientras que la Salud Pública de Reino Unido había alertado que, “la existencia de un riesgo asociado a los fuidos y tejidos corporales de los pacientes que mueren por coronavirus“.

La víctima era un abogado de 91 años que residía en Nueva York y murió el pasado 7 de abril en su hogar de Manhattan. Su familia había llevado el cuerpo a una funeraria, pero la cremación no era una posibilidad ya que son de religión judía, y fue por ello que decidieron embalsamarlo.
Hasta el momento, la Sanidad de Frontera estableció no entregar el cádaver a su familia hasta que intervenga la Justicia.