Ocurrió en una casa de familia, ubicada sobre la calle Francisco Borges, en el barrio Autonomía de la provincia de Santiago del Estero. Cuando la policía llegó al lugar de los hechos se encontró con un hombre, identificado como Germán Torres, con la ropa totalmente manchada de sangre y la cara desencajada. Había asesinado de 12 cuchillazos a su hijo de tres años mientras dormía.
De acuerdo con los primeros testimonios, el asesino le había comentado el crimen a su hermano, que también se encontraba en la vivienda, y le pidió que lo matara entregándole el mismo cuchillo.
El cuerpo del niño, llamado Samir, se encontraba sobre una cama cucheta, y a pocos metros había un cuchillo del tipo carnicero junto a un martillo que también estaba ensangrentado. Fuentes cercanas a la investigación indicaron que algunas de las heridas habían atravesado el cuerpo del nene ya que era de contextura física delgada.



En una de las paredes de la habitación de la macabra escena del crimen, el asesino había escrito con la sangre de su propio hijo “Perdonen, los amo”
. Los investigadores sostienen que el nene fue atacado mientras dormía o que el hombre le habría tapado la boca para que no pudiera gritar, ya que nadie escuchó a la víctima. Tampoco pudo defenderse.
Torres se encontraba internado en la sala de Terapia Intensiva del Hospital Regional con pronóstico reservado, tras haber sido intervenido quirúrgicamente ya que se había autolesionado después de cometer el crimen. Tenía heridas en el cuello, brazos, pecho y a la altura de la muñeca. La más grave le había perforado el pulmón. La Fiscalía ordenó que se le practicaran análisis toxicológicos. Una vez que su recuperación así lo permita, también será sometido a pericias psiquiátricas. De acuerdo con las primeras informaciones trascendidas, el filicida tendría un consumo problemático de drogas.
El hombre se encuentra imputado por el delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo y alevosía.