Luego de días de tensión internacional, Estados Unidos derribó ayer sobre el océano Atlántico al supuesto globo espía chino que sobrevolaba el país desde hace varios días. El Gobierno chino rechazó una vez más las acusaciones de espionaje y afirmó que se trataba de «una aeronave civil utilizada con fines de investigación» que se desvió de su rumbo original «afectada por los vientos».
«Lo derribaron con éxito y quiero felicitar a los aviadores que lo hicieron», dijo a la prensa desde Maryland el presidente Joe Biden, tras el operativo militar efectuado en la costa cercana a la localidad de Myrtle Beach, en el estado de Carolina del Sur. «El miércoles, cuando fui informado del globo, le ordené al Pentágono que lo derribara lo antes posible», señaló el mandatario, que aseguró que dio la orden de hacerlo cuando fuera seguro, después de que sus asesores le advirtieran sobre los daños que podrían provocar los restos del artefacto.
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Y agregó en relación a la operación: «Para no dañar a nadie en tierra, decidieron que el mejor momento para derribarlo era cuando pasaba sobre el agua… dentro de un límite de 19 kilómetros».
Según precisó el secretario de Defensa, Lloyd Austin, los militares decidieron no derribarlo en tierra para evitar «riesgos indebidos» debido al tamaño y la altitud del globo, que volaba a unos 18.200 metros y se estimaba tenía el tamaño de tres autobuses escolares.

Horas después de la operación, China acusó a Washington de «reaccionar de manera claramente desproporcionada» e incurrir en una «grave violación de las prácticas internacionales».
«China expresa su fuerte descontento y protesta contra el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos para atacar una aeronave civil no tripulada», dijo la Cancillería china en un comunicado, y añadió que se reservará «el derecho de dar más respuestas».
La nave llevaba varios días volando sobre Estados Unidos, aumentando las tensiones entre Washington y Beijing, antes de ser abatida sobre el Atlántico por un misil disparado desde un avión F-22 el sábado, indicaron funcionarios del Pentágono.