Cuando parecía que lo peor de la pandemia comenzaba a pasar paulatinamente en Europa, ahora se ponen los ojos en la llegada del “Mosquito Tigre”, el Aedes albopictus, según su nombre científico. Por estos días es centro de preocupación en el viejo continente después de que apareciera con fuerza en el archipiélago español de Ibiza. Aseguran que los insectos han sido atraídos por las piscinas sin atención debido a la falta de turistas.

En un informe que presentó el diario británico The Sun, se cuenta que esta especie de mosquito es cuatro veces más grande que el que conocemos tradicionalmente, su picada atraviesa la ropa y, además, es portador de virus como el zika, del Nilo Occidental y del dengue. Además, se explica pueden tardan entre 10 y 12 días en gestarse las crías y se sabe que atacan de día.
El Sistema de Información de Biodiversidad de la Administración de Parques Nacionales de Argentina explicó que que el mosquito de origen asiático es un insecto de 5-10 mm de largo, es de color café oscuro o negro, tiene líneas plateadas en el tórax y abdomen, y además patas a bandas blancas y negras.
Una detalle importantísimo es que tanto el Aedes aegypti como el Aedes albopictus pueden transmitir los virus del dengue, chikunguña y zika, como así también al menos más de una decena de otras enfermedades emergentes podrían ser una amenaza en los próximos 50 años según entienden los investigadores.
El Aedes albopictus, también es popularmente reconocido como el ‘tigre asiático’ y pertenece al mismo grupo de mosquitos de importancia sanitaria junto con Aedes aegypti. Es originario del Sudeste Asiático, de hábitos selváticos y actualmente presenta una amplia distribución en las regiones tropicales, subtropicales y templadas de América y Europa.

A diferencia del Aedes aegypti, que se describen como un vector predominantemente urbano, que utiliza la abundancia de contenedores artificiales como sitios de larvas y también se alimenta casi en su todalidad de humanos, el Aedes albopictus se puede encontrar con mayor frecuencia en entornos periurbanos y rurales. Este último se alimenta fácilmente de una variedad de especies de mamíferos, entre ellos incluidos los humanos.
Los investigadores señalan que originariamente la distribución Oriental (A. albopictus), debido a la acción humana y a su capacidad de adaptación a nuevos hábitats, se los puede encontrar en amplias zonas biogeográficas.
“La topología de las redes de transporte humano dio forma a las historias demográficas, siendo el norte de Italia y el centro de Italia los principales centros de dispersión en Europa. Las modalidades de introducción condicionaron los niveles de diversidad genética en las poblaciones invasoras, y las poblaciones genéticamente diversas y mezcladas promovieron más introducciones secundarias y se han extendido más allá de las invasiones de una sola fuente”, explicaron los autores que buscan determinar la ruta de llegada del mosquito a Europa.
Esta información es compartida en artículo de la revista Molecular Ecology en el que se detalla que ya se está evaluando las rutas que utilizó el mosquito tigre para introducirse en Europa. Esto es tratado genéticamente por investigadores de la Universidad de Grenoble. En el estudio se han analizado 692 mosquitos de 109 localidades diferentes.