El mandatario de Bolivia hizo pública su renuncia a la presidencia en medio de una fuerte crisis política, y manifestó: “Esto es un golpe a un gobierno elegido democráticamente”. También dejó su cargo, Álvaro García Linera, vicepresidente.
“He decidido, escuchando a mis compañeros (…), a la Iglesia Católica, renunciar a mi cargo de la presidencia”, declaró Morales. Además explicó que su decisión fue tomada “para que Mesa y Camacho no sigan persiguiendo a mis hermanos, dirigentes sindicales” en referencia a los ataques sufridos por funcionarios del oficialismo. Por esta razón, instó a los líderes opositores a reducir la violencia que azota a gran parte del territorio nacional. Por otra parte, el ex vicepresidente, García Linera, expresó: “El golpe de Estado se ha consumado”.
Este domingo por la tarde, antes del anuncio de Morales, los jefes de las Fuerzas Armadas y de la Policía de Bolivia le pidieron al ex mandatario que renuncie.
Evo Morales había convocado a elecciones tras una auditoría de la OEA en cuyo informe confirmó haber detectado “irregularidades” en los comicios.