Alberto Fernández tuvo una videoconferencia desde la Residencia Presidencial de Olivos con la canciller de Alemania, Angela Merkel, con quien analizó el estado de las negociaciones que mantiene Argentina para reestructurar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el vínculo con el Club de París.



Durante la reunión remota, el Jefe de Estado le agradeció a Merkel el apoyo que Alemania le está brindando al país en el Fondo Monetario, así como lo hizo en su momento en el cierre de un acuerdo con los bonistas privados, lo cual alivió al país de las obligaciones externas y dio tiempo para ordenar fiscalmente las cuentas. Sin embargo, le transmitió: “Necesitamos que nos sigan acompañando en el acuerdo que eventualmente logremos“.
Por su parte, Merkel sostuvo que su equipo de asesores económicos continúa siguiendo de cerca no solo esas cuestiones vinculadas al FMI, sino también las negociaciones con el Club de París, donde espera que se alcance el acuerdo que Argentina necesita. “Siempre los hemos apoyado y así seguiremos haciéndolo“, indicó.
En otro tramo de la conversación con la canciller alemana, Fernández llamó a profundizar el vínculo con Alemania y Europa y avanzar con los acuerdos necesarios desde su rol de Presidente pro témpore del Mercosur. “Tenemos vínculos muy profundos que tenemos que seguir desarrollando“, insistió. Además, durante el encuentro, le informó a su par alemana que sigue de cerca lo que sucede en Europa con la pandemia COVID-19 y le transmitió las novedades sobre el plan de vacunación en Argentina y los acuerdos logrados con diferentes laboratorios para la adquisición de más dosis contra la enfermedad.
También conversaron sobre cuestiones ambientales y del cambio climático, así como del avance de los acuerdos en el sector automotor: la empresa alemana Volkswagen es líder en Argentina. En tanto, abordaron temas de interés común tras el cambio de gobierno en los Estados Unidos.
La prioridad de Alberto Fernández es la negociación de la deuda externa, la cual asume que será una pulseada larga y compleja, mientras que apuesta a la Unión Europea para lograr que el board del FMI avale un programa de facilidades extendidas que postergue los pagos de capital al menos tres años, una hipótesis de trabajo que es resistida por el staff del organismo multilateral.
En tanto, la intención del mandatario es atar el flujo de pagos al FMI con el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) y evitar la caída de reservas para satisfacer los reclamos por una deuda externa que negoció Mauricio Macri cuando era presidente
. “Vamos a pagar cuando tengamos la plata y no signifique un ajuste. Nos tienen que dejar crecer y cuando crecemos pagamos“, expresó Fernández.