La ex pareja de la periodista correntina Griselda Blanco, asesinada en la localidad de Curuzú Cuatiá, Armando Jara, quedó formalmente imputado como autor del femicidio de la mujer y continuará detenido. Asimismo, la abogada de la familia de la víctima presentó ante la Justicia información sobre una persona que podría estar entre los sospechosos del crimen.
De esta manera, la titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas de mencionada localidad correntina, María José Barrero Sahagún, formalizó la imputación a Jara “por el delito de homicidio agravado por la relación de pareja (femicidio)”.
Según comunicó el Ministerio Público Fiscal correntino, la fiscal planteó la figura del femicidio como móvil del asesinato al participar de la audiencia de formalización de la imputación en el Juzgado de Garantías de Curuzú Cuatiá, a cargo de Martín José Vega. Asimismo, la instructora judicial anticipó que pedirá la prisión preventiva del imputado “dado que cuenta con evidencia suficiente para vincularlo al hecho y por existir riesgo procesal. La pesquisa avanza con distintas diligencias científicas cuyo resultado serán oportunamente informados”.
En tanto, previo a la indagatoria, el letrado defensor de Jara, Francisco Adaime, dijo que el imputado iba a “presentar todas las pruebas que tiene a su favor” porque, según le dijo el hombre, “es inocente. Hay mucha desinformación en los medios, como la que indica que hay imágenes de una cámara que supuestamente lo involucra a cierta hora en la zona. Está muy sorprendido por estar involucrado en el hecho.”
En las últimas horas, el letrado contó que habló con los hijos de Blanco, quienes le dijeron que “no creen que haya sido Jara” el autor del asesinato, al mismo tiempo que remarcó que el hombre “no tiene denuncias por violencia de género”.
La abogada de la familia de la víctima, Andrea Tribbia, indicó que aportaron a la fiscal “información sobre otra persona” que podría estar entre los sospechosos. Respecto a Jara, la abogada dijo que si bien no lo descartan como sospechoso “tampoco está en la lista de los prioritarios”.
“No era habitual en ella preocupar a sus hijos. Su actitud era de confrontar, de pasar por alto amenazas, ella se reía de eso. Son muchas las personas que la amenazaron, no sabemos la naturaleza del vínculo, pero la reacción por ese mensaje no era habitual en ella”, mencionó. Y añadió que “una prueba sería que los perros de la División Canes huelan la soga para ver si rastrean ese olor en algún acusado. Estamos a la espera de los resultados de todos los celulares secuestrados y del examen forense de los cabellos que se encontraron en la escena” del crimen.
Griselda Blanco fue encontrada estrangulada, con una soga en el cuello, tirada en el piso, con golpes en el rostro y heridas de arma blanca en su casa de Curuzú Cuatiá, la noche del sábado último. La mujer era trabajadora de prensa radial y producía transmisiones en vivo de programas dedicados al periodismo local.
