La reina Isabel II anunció la primera represalia contra Harry y Megan por las decisiones que tomaron de abandonar la realeza británica. Este primer castigo determinado por la monarca afectará las finanzas de los duques de Sussex.
La medida tiene que ver con que ya no podrán hacer uso de la marca que ambos habían desarrollado, “Sussex Royal”. Es decir, que ya que no podrán utilizar más la palabra ‘Royal’ (realeza) en sus comunicados, porque a partir del 8 de enero dejaron de pertenecer a la familia real por decisión propia.

El registro “Sussex Royal” fue implementado hace un año, luego de que la pareja decidiera mudarse y alejarse del príncipe William y su esposa, Kate Middleton.
Sin embago, los asesores de los duques olvidaron registrar la marca con la que pretendían comercializar todo tipo de productos fuera de Reino Unido. En junio del 2019 patentaron dos nombres: “Sussex Royal” y “Sussex Royal The Foundation of The Duke and Duchess of Sussex”, pero no lo hicieron en ninguno de los mercados potenciales como Europa y Estados Unidos.
En un principio, la reina bendijo la decisión de su nieto y su esposa, pero luego, al conocer el plan de la pareja, supo del error que cometieron y que sería fundamental para su economía: el registro de la marca podría darles grandes dividendos.

De acuerdo a lo acordado con la reina Isabel II, la pareja real entrará en vigencia a partir del 31 de marzo, por lo que deberán abandonar su oficina en el Palacio de Buckingham y en su lugar, los representará un equipo de su fundación del Reino Unido.