En el inicio de la segunda jornada de alegatos ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores, Graciela Sosa, la madre de Fernando Báez Sosa, precisó que su “hijo imploró piedad y le seguían pegando patada tras patada. Quería tirarme sobre él para ayudarlo, para que esas patadas fueran para mí».
Minutos antes del alegato de Hugo Tomei, el abogado de los ocho rugbiers imputados, manifestó: «Nunca pensé que estaría en este lugar. Siempre pensé que algún día se recibiría y estaría viendo cómo iba a defender a las personas y no estar acá por su asesinato».
Y con emoción expresó: «Me costó mucho estar en este lugar. Cargué la valija para venir a Dolores y tuve que ver los videos reiteradas veces de cómo asesinaron a mi hijo», y agregó: «Me costó horrores ver cómo asesinaron a mi hijo; es una angustia impresionante»,
«Nunca lo voy a poder olvidar cuando mi hijo levantaba la mano para implorar piedad y le seguían dando patadas. Como madre quería tirarme encima de él para que esas patadas fueran para mí», sostuvo Gabriele mientras era abrazada fuertemente por Silvino, el padre de Fernando.
Y al finalizar su testimonio, recordó: «Él era decente, no hacía el mal. Siempre me decía que no creía en la maldad. Yo solo quiero justicia por mi hijo».
