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El hecho ocurrió en Salta, donde las hermanas “Carmelitas Descalzas” ampliaron una grave denuncia y crece la tensión con el Arzobispado.
En el norte del país, más precisamente en Salta, se vive un terrible momento en un convento de la provincia, donde se vive una dura situación de conflicto con la iglesia. Un grupo de monjas denunció malos tratos y violencia de género contra un vicario. Pese a que el mismo salió a dar su versión de los hechos, las religiosas decidieron ampliar una denuncia que ya habían hecho anteriormente.
Las monjas están en clausura desde años y deciden brindar su servicio a la Virgen del cerro, que no es “aceptada” por el arzobispo. Es por esto que denuncian que viven como en la cárcel, no salen, y las entierran en el mismo convento. Es de este principal foco de conflicto que surge la grave denuncia contra el vicario judicial Loyola Pinto.
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La palabra del Vicario que recibió la denuncia
El religioso habló con QuePasaSalta y expresó: “La verdad que no conozco el contenido de que se me acusa. Lo único que hice fue llevar el comunicado de la Santa Sede para comunicarles cómo se deben manejar las madres carmelas“. Además, confirmó que las monjas habían solicitado dedicarse a la obra de la Virgen del Cerro el año pasado. No obstante, aclaró que si esto sucediera dejarían de ser parte de la iglesia.
Luego, se despegó de la denuncia por violencia de género: “Estuve 20 minutos esperando ahí (en el convento) y me fui. A los tres días recibí una denuncia”. Según se pudo saber, estas hermanas de Salta deciden vivir en libertad, y brindando un verdadero servicio a la comunidad, integrándose a ayudar a la Virgen del Cerro. Que miles de fieles de todo el país la visitan diariamente.