El banquero francés Benjamín de Rothschild, presidente del holding Edmond de Rothschild, y uno de los hombres más ricos del mundo, falleció el viernes pasado tras un ataque cardíaco en su hogar de la comuna de Pregny, en Suiza. Tenía 57 años.

La noticia de la muerte del titular del grupo bancario que lleva el nombre de su padre se dio a conocer por la página oficial del holding. En el comunicado señalaba que producía "gran emoción y profunda tristeza". Rothschild estaba al frente del banco desde el año 1997.
Benjamín era hijo de Edmond y Nadine de Rothchild, y era el heredero de una dinastía originada en Frankfurt, Alemania. Se estima que manejaron por 300 años diferentes bancos en toda Europa.
Los medios locales detallaron que la familia Rothschild tenía fuerte influencia en la economía continental ya que cuestionaron los ahorros de parte de su nobleza, otorgaron empréstitos a estados y gobiernos y financiaron diversos proyectos de infraestructura.

Actualmente el grupo Rothschild administra activos valuados en unos 160.000 millones de euros, es decir unos US$190.000 millones. Según la revista Forbes la fortuna personal de Benjamin de Rothschild llegaba a los US$1500 millones.
Desde la página oficial del hosting señalaron que el financista era un “filántropo comprometido”, que desarrolló la innovación dentro de Hospital de la Fundación Adolphe de Rothschild. Destacaban también que había tenido la habilidad para transformar y modernizar su herencia.
La revista Forbes señaló que también “el barón” tenía emprendimientos alrededor del mundo, entre los que se destacaban algunos viñedos en la Argentina. Desde el 2003 era dueño, junto a su socio Laurent Dassault, de la bodega Flechas de los Andes (Tunuyán, Mendoza).