06/04/2025
El precio se ubicó por debajo de los USD 400 por tonelada, un nivel que no se registraba desde octubre pasado, en medio de un contexto de incertidumbre económica y climática.
La cotización de la soja marcó un nuevo mínimo en el mercado internacional y se ubicó por debajo de los USD 400 por tonelada, lo que marca el precio más bajo en lo que va del año y de un nivel que no se registraba desde octubre pasado, en medio de un contexto de incertidumbre económica y climática, que añade un nuevo dolor de cabeza al Gobierno de Javier Milei en un momento de acuciante necesidad de dólares.
El derrumbe de la soja se consolidó esta semana en la Bolsa de Chicago, principal referencia para los precios agrícolas globales. Según datos del mercado, el contrato para entrega en mayo cerró a USD 395,75 por tonelada, lo que marcó una baja del 2,5% solo en la última jornada, y consolida su tendencia descendente.
Distintos factores explican la caída en la cotización de la soja. En primer lugar, las proyecciones climáticas para Sudamérica, y en particular para Argentina, donde se registran condiciones favorables para la cosecha, con lluvias adecuadas tras años de sequía. Esto ha generado expectativas de una mayor oferta de soja en el mercado global, lo que presiona los precios a la baja. A esto se suma el fortalecimiento del dólar a nivel internacional, que reduce el atractivo de las materias primas para los inversores. Además, la competencia de otros países productores, como Brasil, intensifica la presión sobre las cotizaciones.
El grano marcó su valor más bajo en lo que va del año y desató la alarma en el Gobierno.
En Argentina, la situación tiene un impacto directo en la economía, ya que la soja es uno de los pilares de las exportaciones y una fuente clave de ingresos en divisas. El complejo sojero, que incluye el grano, el aceite y la harina, representa cerca del 25% de las ventas externas del país. Con los precios actuales, los productores enfrentan márgenes de ganancia más ajustados, mientras que el Gobierno ve comprometida su capacidad de acumular reservas en el Banco Central. Analistas estiman que, de mantenerse esta tendencia, el ingreso de dólares por exportaciones agrícolas podría caer significativamente en los próximos meses.
El mercado local también reflejó el golpe. En Rosario, principal polo agroexportador del país, la soja disponible se negoció a $258.000 por tonelada, equivalente a unos USD 258 al tipo de cambio paralelo, lo que evidencia una devaluación en términos reales para los productores. Esta baja se produce en un momento en que los costos de producción, como fertilizantes y combustibles, siguen en alza, complicando aún más la ecuación económica del sector.
LEE MÁS: El fin de una leyenda: una histórica empresa cierra sus 150 locales para siempre
A nivel global, los ojos están puestos en la evolución del clima y en las políticas comerciales. Las previsiones de una cosecha abundante en Estados Unidos, otro gigante agrícola, podrían mantener la presión bajista sobre los precios. Asimismo, las tensiones comerciales entre grandes economías, como China y Estados Unidos, influyen en la demanda de soja, dado que el gigante asiático es el mayor comprador mundial del grano. Por ahora, no hay señales claras de una recuperación sostenida en el corto plazo.
Por otro lado, los expertos advierten que la incertidumbre climática y la volatilidad del mercado dificultan cualquier pronóstico. Mientras tanto, el desplome de la soja reaviva el debate sobre la dependencia de Argentina de las materias primas y la necesidad de diversificar su matriz exportadora para enfrentar estos ciclos adversos.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.