09/01/2025
Por
Nicolás Scordamaglia
Desde el transporte público hasta las oficinas modernas, cada día puede ser una prueba de superación. Sin embargo, con apoyo adecuado y comprensión, muchos encuentran maneras de adaptarse y aliviar su fobia.
-Este
ascensor está repleto hoy
-Parece
que sí. ¿Estás bien?
-No me
siento cómoda en espacios pequeños, soy claustrofóbica
-¡Lo
siento! ¿Quieres que detenga el ascensor?
-No,
solo necesito un momento. Gracias
-Si
alguna vez prefieres las escaleras, avísame.
-Lo
tendré en cuenta, gracias
Para muchos, un ascensor es solo un medio para subir o bajar pisos. Sin embargo, para alguien con claustrofobia, puede ser una trampa angustiante. Esta condición, lejos de ser un capricho, representa una verdadera barrera en la vida de quienes la sufren. El temor puede desencadenarse en espacios reducidos, realizarse un estudio, estar en un lugar rodeado de muchas personas o incluso con ropa ajustada.
Lee mas: Universo de colores
Los efectos de la claustrofobia se extienden más allá de
los episodios ocasionales de ansiedad. Pueden afectar decisiones de carrera,
elecciones de vivienda o incluso la posibilidad de viajar. Lucía Miraglia es
enfermera profesional y desde muy pequeña sufre este miedo al encierro: "He
rechazado trabajos por edificios con pasillos estrechos u oficinas sin ventanas
grandes. Es una lucha constante entre mis aspiraciones y mi fobia."
La
claustrofobia en el entorno médico
Para muchas personas con claustrofobia, ingresar a
dispositivos médicos avanzados como un resonador puede desencadenar una
sensación angustiante de opresión, sintiendo que les falta el aire y que están
atrapados sin escape. Esta ansiedad puede resultar en múltiples intentos
fallidos para completar el estudio.
La Dra. Carolina Domenech, experta en radiodiagnóstico, señala: "Antes de someterse a cualquier intervención médica, es crucial estar bien informado y mentalmente preparado. Resulta alentador conocer opciones disponibles, como la utilización de un resonador de campo alto con diseño abierto." y agrega: "La elección del resonador más adecuado puede variar según el tipo de estudio médico requerido, siendo".
Como hemos mencionado previamente, la claustrofobia es una
de las fobias más prevalentes en la sociedad contemporánea. Se estima que entre
el 6% y el 7% de la población global la experimenta; sin embargo, muchas de
estas personas no han recibido un diagnóstico formal. Es fundamental comprender
que no basta con sentirse incómodo o ansioso en situaciones como quedar
atrapado en un ascensor para ser diagnosticado con claustrofobia. Para determinar
la presencia de esta fobia, es necesario considerar una serie de factores y
síntomas específicos.
La claustrofobia puede desencadenarse en situaciones como
habitaciones cerradas o elevadores llenos, pero también puede relacionarse con
el espacio personal alrededor de una persona. Aunque las causas exactas son
desconocidas, se cree que factores ambientales y antecedentes familiares pueden
influir. Algunos especialistas sugieren que la amígdala, responsable del
procesamiento del miedo en el cerebro, podría jugar un papel en esta fobia.
El psicólogo y escritor Pablo Melicchio, cree que la causa
está en la vivencia pasada de una experiencia desagradable en un espacio
pequeño. Años después, cuando hay algo que recuerda ese hecho, las reacciones
de alerta se activan y aparecen los síntomas de pánico y ansiedad. "Algo que
padeció la persona en un ambiente cerrado u oscuro o también como un recuerdo
encubridor trabajar internamente cuando fue la primera sensación fóbica, en
general está ligada a vivencias. Es decir que la persona lo vive como algo propio,
pero tiene que ver con algo visto o escuchado que padeció algún familiar.
Siempre eta ligada a una vivencia traumática que esta guardada en el
inconsciente. Y el tratamiento puede ser desde la psicología y psicoanálisis. A
veces se necesita alguna medicación inicial para compensar transitoriamente a
la persona y poder hacer el abordaje terapéutico".
El Ministerio de Salud ha establecido un riguroso protocolo de seguridad para garantizar la integridad y el bienestar de los pacientes en las unidades especializadas en tratamiento y diagnóstico por imagen. Al recibir a cada paciente, es imprescindible realizar una serie de preguntas preliminares para asegurar un procedimiento adecuado. Una de las consultas esencialmente importante es si el paciente presenta algún síntoma o diagnóstico previo de claustrofobia. En caso afirmativo, se procederá a adaptar el estudio o proporcionar alternativas adecuadas que permitan llevar a cabo el diagnóstico sin comprometer la salud mental del individuo.
Los especialistas en el campo de la salud mental y la
terapia han diseñado un conjunto de técnicas específicas para ayudar a los
pacientes que enfrentan la claustrofobia en estos entornos. Entre las
estrategias recomendadas se encuentran ejercicios de relajación profunda, como
el conteo regresivo desde números significativos, que ayudan a distraer la
mente y reducir la ansiedad. Además, la visualización de entornos tranquilos y
seguros puede ser una herramienta poderosa para contrarrestar los efectos del
encierro.
Si bien es comprensible que muchos pacientes deseen evitar
situaciones o lugares que desencadenen su claustrofobia, enfrentar y gestionar
este miedo es fundamental para garantizar una atención médica adecuada y
precisa. Una técnica útil es practicar la respiración consciente, inhalando y
exhalando lentamente mientras se cuenta mentalmente hasta tres en cada ciclo
respiratorio. Focalizar la atención en estímulos constantes y reconfortantes,
como el sonido regular de un reloj, puede ayudar a mantener la calma y reducir
los niveles de estrés durante el procedimiento.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.