Confuso incidente en el Congreso: un dron de ciudadanos rusos sobrevoló y desató una investigación judicial

Este sábado por la tarde, el Congreso Nacional Argentino fue el escenario de un extraño suceso que involucra a un dron y a dos ciudadanos rusos, lo que generó alarma y una denuncia formal de la vicepresidenta Victoria Villarruel. La situación desató una serie de especulaciones sobre posibles actividades de espionaje, lo que derivó en el inicio de una causa judicial.

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Todo comenzó cuando dos hombres rusos, acompañados de un cochecito de bebé, se presentaron en la entrada del Congreso solicitando la devolución de un dron que, según ellos, habían perdido durante el día. Ante la incertidumbre y la naturaleza sospechosa del incidente, Villarruel, encargada de la seguridad del Palacio Legislativo, decidió activar el protocolo de seguridad. Se solicitó la intervención de la Policía Federal y la División Explosivos, quienes realizaron un minucioso rastrillaje en las zonas externas e internas del Congreso, incluyendo terrazas y patios.

El operativo continuó hasta pasadas la 1:00 de la madrugada, cuando finalmente el dron fue encontrado. Horas después, los presuntos propietarios del dispositivo regresaron al Congreso, donde la investigación reveló que uno de ellos, identificado como Pavel Bandurin, poseía un DNI argentino, mientras que los otros dos, Igor Lomakin y Vitaly Kharlabo, tenían pasaportes rusos. Bandurin, quien había llegado al país en mayo y obtenido residencia permanente en octubre, era el único de los tres con documentación nacional, mientras que los otros dos tenían visas de turistas y provenían de Brasil y Etiopía.

La Policía Federal realizó un operativo por este episodio tras la denuncia de Victoria Villarruel.

El dron fue secuestrado y la causa judicial fue caratulada como "Intimidación Pública". El juez Sebastián Ramos, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 2, ordenó tomar declaraciones a los efectivos policiales y personal de seguridad que habían estado en contacto con el dispositivo. Además, dispuso que los ciudadanos rusos se presenten ante la Justicia para aclarar los hechos.

Aunque las autoridades no descartan ninguna hipótesis, desde un simple descuido hasta un posible acto de espionaje, la situación ha generado inquietud en medio de un contexto tenso, especialmente tras la reciente negativa de diplomáticos rusos a realizar un control de alcoholemia en Buenos Aires.

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El episodio mantiene en vilo a las autoridades, que seguirán investigando las circunstancias en las que el dron fue operado cerca de una de las instituciones más importantes del país.