01/12/2023
Entrevista al exministro de Desarrollo Social: "No es un momento bisagra para el peronismo, es un momento bisagra para el país". Su rol como diputado y el problema de la representación: "La relación entre la sociedad y la política está quebrada".
Fueron 2.955.840 votos los que separaron a La Libertad Avanza del oficialismo en el balotaje. Como resultado, en nueve días, el presidente electo Javier Milei asumirá la dirección del Ejecutivo por los próximos cuatro años. Mientras tanto, el oficialismo saliente prepara la transición, se refugia en sus gobernaciones y afianza su estrategia en el Congreso: por delante viene una etapa de cambios, "bisagra, no para el peronismo sino para el país". Así lo entiende el diputado Daniel Arroyo, cuyo futuro político lo tendrá apostado a la trinchera legislativa: "Estoy muy lejos de las ideas de Milei, pero hay que tomar nota del cansancio que tiene la gente con el Estado".
"El peronismo va hacia un cambio profundo. Yo estoy muy lejos de las ideas y los planteos que hace Milei, y de su eje de gobierno, pero tenemos que repensar seriamente qué es el peronismo. Hay un cansancio con el Estado y de eso hay que tomar nota. Las cosas han cambiado, la sociedad es otra", analiza el dirigente, miembro de la bancada de Unión por la Patria que desde el 7 de diciembre pasará a conformar la primera minoría en la Cámara Baja de la Nación, que no tendrá mayorías. La dura derrota electoral del candidato oficialista Sergio Massa encendió las alarmas en el espacio.
"En la Argentina, la relación entre la sociedad y la política está quebrada. Si uno toma a los que representaban algo: las asociaciones de médicos, de músicos, de artistas, clubes de barrio, científicos... Todos votaban a Massa. Si fuera por el mundo de la representación, habríamos ganado cien a cero. Sin embargo, la realidad fue otra", considera el diputado, quien integró el gabinete de Alberto Fernández como ministro de Desarrollo Social hasta mediados de 2021. Las elecciones de este año "fueron una cuestión de continuidad o cambio, y una mayoría importante quería cambiar".
Arroyo no duda en afirmar que el motivo de la derrota fue "la vida cotidiana, la inflación". Sin embargo, más allá de las circunstancias económicas vislumbra un profundo problema de representación política, que afecta en particular al espacio del que es parte: "Nuestra fuerza tiene que revisionarse. El peronismo nació para representar a los que menos tienen, a los que la pasan mal, a los que laburan; y una buena parte de los que la pasan mal y los que laburan no votó al peronismo. Esto implica repensar qué es el peronismo hoy"
Sin embargo, advierte: "No es un momento bisagra para el peronismo, es un momento bisagra para el país. La crisis de 2001 decantó en un sistema básicamente de kirchnerismo y macrismo, una nueva grieta en la Argentina. Hoy, la grieta entre kirchnerismo y macrismo ha sido superada por una alternativa diferente que va a reconfigurar el sistema político. En las elecciones, mucha gente, aún con dudas para Milei, dijo: 'Igual probemos con otra cosa a ver qué pasa'. Eso es el proceso electoral. Una mayoría importante se sentía agotada".
Arroyo estuvo presente en el Congreso este martes cuando la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner proclamó como ganadora del balotaje a la fórmula de La Libertad Avanza. Es una ceremonia formal que prepara el camino para el traspaso del 10 de diciembre, día en que comenzará oficialmente el nuevo mandato al frente del Ejecutivo. El propio Milei ha anticipado que sus meses de gobierno serán de ajuste: "Va a haber una estanflación, porque cuando hagas el reordenamiento fiscal va a impactar negativamente en la actividad económica. La inflación va a seguir alta".
En este marco, el exministro de Desarrollo Social reconoce que "la situación está muy dura, hoy hay inflación y mucha gente no llega a fin de mes". Sin embargo, remarca que "sobre esa base, que es realmente muy crítica y es la razón por la cual mucha gente buscó un cambio, con un ajuste no gradual sino de shock la situación se va a complicar mucho". Por eso subraya: "Si la gestión va en la línea de lo que se está planteando hasta acá, que es política de shock, estanflación y la idea de un acomodamiento de precios 'de una', la vida cotidiana se va a complicar".
"Espero que el gobierno al menos haga una malla de contención social. Oigo mucho de reacomodamiento de precios, bola de Leliqs, toma de deuda, shock, estanflación; pero poco de malla de contención social y de políticas sociales...", comenta. Es tarea de la cartera de Desarrollo Social, que él mismo condujo poco tiempo atrás, y que en diciembre pasará a constituir el superministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello. El área comprenderá un rejunte de sectores antes separados y de rango ministerial: "Mi mirada es que no es buena idea juntar Educación con Desarrollo, con Salud y con Trabajo. Es facultad del gobierno, pero para mí no es razonable".
Pese a todo, Arroyo insiste en llamar a la gobernabilidad, especialmente desde su rol como diputado nacional: "Hay tres cosas con las que todos tenemos que colaborar. Primero, el gobierno tiene que tener un presupuesto: a uno puede gustarle más o menos la gestión, pero está claro que tiene que tener una hoja de ruta. Segundo, lo que hace a la organización del Estado, por ejemplo la fusión de ministerios, es potestad del mandatario que está legítimamente gobernando. Tercero, que el presidente de la Cámara de Diputados tenga correlación con el presidente de la Nación; es algo lógico, está en la línea sucesoria".
No es el único dirigente que pone peso en el funcionamiento parlamentario. El Congreso ha sido foco de importantes discusiones durante los últimos días en torno a la definición de la titularidad de la Cámara Baja, por la que pujan tanto legisladores de La Libertad Avanza como de Juntos por el Cambio. En este sentido, Arroyo asegura que acompañará la decisión que tome el presidente electo, y resalta que esa práctica debería ser "habitual" en el funcionamiento político: "Lo propongo como una regla de funcionamiento de la democracia. Tiene que quedar como un ejemplo para la Argentina para los próximos diez gobiernos: gobierne quien gobierne, tiene que ser una regla".
El legislador sabe que tiene una mirada "muy alejada de lo que plantea" Milei, pero a la vez promete garantizar gobernabilidad y celebra decisiones como "llamar a sesiones extraordinarias para no gobernar por decreto" y "mantener al embajador en Brasil Daniel Scioli, que está haciendo una buena tarea". Su nuevo papel será el de un "diputado opositor serio, responsable y racional". Ha sido designado para ese rol por millones de votantes bonaerenses - los representa, con los vaivenes que ello implica: "Es un momento de cambio para la representación. Tendrá que haber otra política desde otro peronismo".
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