16/03/2025
El descongelamiento de las dietas de los legisladores se produce en un contexto de creciente malestar hacia el Gobierno de Javier Milei.
La dieta de los legisladores nacionales se incrementarán hasta alcanzar los 9 millones de pesos a partir del mes de mayo, luego de que la resolución firmada por la vicepresidenta Victoria Villarruel para frenar las actualizaciones se venza el 31 de marzo próximo.
Según lo consignado por el medio Infobae, las bancadas opositoras no se moverán de su postura a favor del aumento de las dietas, por lo que se espera que a partir de mayo próximo el sueldo bruto de un senador alcance los 9 millones de pesos en bruto.
Al iniciarse la gestión libertaria, el Congreso imitó la suba que se había otorgado para la administración central, luego frenada -por enojos de la Casa Rosada- por el presidente de Diputados, Martín Menem, y luego por Villarruel. Los senadores no perdieron tiempo: en abril pasado, los hoy peleadísimos oficialismo y oposición pactaron un nuevo sistema de dietas y lo aprobaron en el recinto. Desde ahí, los mismos pasaron a estar compuestos por 2.500 módulos, más un adicional de 1.000 por gastos de representación y 500 extra, por desarraigo.
Foto: la discusión sobre la dieta de los senadores ha sido fuente de fuertes rispideces entre la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, y funcionarios del Gobierno de Javier Milei.
Además, los senadores incorporaron una dieta adicional para compensar el aguinaldo, lo que elevó los ingresos brutos a más de 7 millones de pesos mensuales desde mayo pasado. La única excepción es la senadora Alicia Kirchner, quien optó por conservar su jubilación en lugar de percibir la dieta completa.
En julio, tras la polémica por el último aumento otorgado a empleados legislativos -atado al de los senadores- del 6,6% para julio y agosto, la Cámara Alta decidió anular la suba y congelar sus dietas hasta el 31 de diciembre con una votación unánime de 65 adhesiones.
El descongelamiento de las dietas de los senadores se da en un contexto de creciente malestar en el Congreso. Por un lado, los empleados legislativos esperan que sus salarios se actualicen siguiendo la paritaria estatal, como suele ocurrir con un mes de diferencia. Sin embargo, en los pasillos del Parlamento crecen los cuestionamientos hacia el líder gremial Norberto Di Próspero, quien enfrenta críticas por su manejo de las negociaciones.
Por otro lado, algunas bancadas buscan corregir la disparidad en la asignación de módulos que tienen sectores como el kirchnerismo y el radicalismo, que quedaron en desventaja frente a la inflación. En este escenario, el Gobierno nacional no pierde de vista la situación y podría utilizarla a su favor para presionar a los legisladores en medio de las discusiones políticas y económicas que marcarán el año legislativo.
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