06/11/2024
En el segundo semestre del año más del 50% de las economías regionales está en crisis. El panorama federal muestra el impacto negativo generado por la caída sostenida del consumo interno, bajos precios al productor y pocas señales de recuperación en diferentes cadenas productivas, todo lo que llevó a que 16 de 19 producciones relevadas sigan en alerta a esta altura del año. Entre las más complicadas aparece el sector bovino, cítricos dulces, yerba mate, mandioca, maní, miel, actividad lechera, del algodón, arroz, ovinos, papa, forestal, granos, peras y manzanas, hortalizas, y vino y mosto. Los datos se desprenden del último informe elaborado por Coninagro y reflejan la continuidad de un escenario adverso en las diversas cadenas productivas del país para la segunda mitad del año. Al respecto, la entidad señaló entre las principales razones de la crisis a 'una baja demanda, precios al productor sensiblemente por debajo de la inflación, y volúmenes de producción y comercio volátiles, y hasta para el olvido'. Un punto no menor se vincula con que 'la demanda aún no muestra dinamismo que entusiasme a pensar en cambios de escenarios hacia adelante'. De igual manera, el último informe de economías regionales que difunde CAME señaló que 'fruto de la falta de convalidación de precios por parte del consumidor, se observó una caída de demanda de alrededor del 35%'.
Alerta productiva
Desde el
área de economía de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada
(Coninagro) que representa a cooperativas del sector agropecuario a nivel
federal publicaron un nuevo informe mensual sobre el 'Semáforo de las
economías regionales' que indagó en la situación actual de gran parte de
las cadenas productivas del país. En
lo concreto, con datos a septiembre de este año, relevaron la situación de 19
economías regionales y detallaron que 6 sectores regionales se encuentran en
crisis máxima (semáforo en rojo), mientras que 10 están en situación de alerta
(amarrillo) y solo 3 se ubicaron en verde, es decir, muestran crecimiento.
Entre los motivos que explican tal situación, la entidad analizó que los rojos
se vinculan con 'baja demanda, precios al productor sensiblemente por debajo de
la inflación y volúmenes de producción y comercio volátiles' en tanto que los
amarrillos se explican por 'subas de precios al productor que no alcanzan a la
inflación y baja demanda' y los verdes son resultado de 'buena relación
insumo-producto, volúmenes estables de producción y demanda sostenida'.
De las
19 producciones que se monitorean todos los meses, siguiendo la parte micro a
nivel precios y costos, la parte productiva y a nivel exportaciones y consumo
interno, este indicador mostró que entre las economías regionales más
perjudicadas se encuentran el sector bovino, cítricos dulces, la actividad de
la yerba mate, mandioca, maní y miel. En
detalle por producción, la actividad de la yerba mate es una de las más
perjudicadas al punto de que 'el precio de la hoja verde está casi al mismo
valor que hace un año atrás'. Se suma la situación crítica de bovinos con
precios 'por debajo de la inflación y pocas señales desde la demanda', lo que también
se repite en cítricos, maní, miel y mandioca, esta última con 'los precios más
bajos de la última década'. En cuanto a las actividades en alerta se trata de
sectores que 'a pesar de que se observan aumentos en los precios al productor,
no superan la inflación interanual del 209% registrada en septiembre'. Asimismo
se destacó que 'la demanda sigue sin mostrar un dinamismo que sugiera un cambio
de tendencia en el corto plazo'. Sobresale, en ese sentido, la performance del
algodón donde 'la recuperación se interrumpe por bajos precios' empeorando su
situación en el último mes al pasar de verde a amarillo, sumado al arroz con
'buenas expectativas productivas pero precios bajos' y a la actividad forestal
con 'mejora en precios pero caída en exportaciones'.
También
se mencionó la situación de los granos que mostraron 'precios deprimidos aunque
recuperación productiva y de exportaciones', la de hortalizas que evidencian
alta volatilidad de precios, así como de la actividad lechera con 'buena
relación insumos producto, pero aún resta recuperar ritmo de producción', y de
ovinos, en emergencia en el sur del país. El desempeño de la papa, peras y
manzanas, vino y mosto reflejó 'precios en recuperación pero por debajo de la
inflación', a lo que se agrega el impacto negativo de la crisis del consumo.
Finalmente en crecimiento se encuentran aves, porcino y tabaco con 'volúmenes
estables de producción y consumo estable'.
Al respecto, Silvina Campos Carles asesora económica de Coninagro,
evaluó que se observa 'un claro estancamiento de los precios' y si bien existen
'varias mejoras en la parte productiva, con el consumo interno todavía
estancado y algunas exportaciones que mejoran, no compensan todo el efecto'.
Brecha del productor a la góndola
Según el
Índice de Precios en Origen y Destino elaborado por el sector de Economías
Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en
septiembre los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,4 veces del
campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $3,4 por
cada $1 que recibió el productor. En promedio, la participación del productor
explicó el 24,7% de los precios de venta final, un 20,1% menos con respecto al
mes anterior. La mayor participación la tuvieron los productores de pollo
(49%), mientras que la menor fue nuevamente para los de limón (6,9%).En la
actividad frutihortícola los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran
la canasta que mide la entiendad se multiplicaron por 4,8 veces, lo que
representa un incremento del 17,1% con respecto al mes anterior. Es decir que,
por cada peso que recibió el productor frutihortícola, el consumidor pagó $4,8. En el
caso de la canasta de origen animal, el consumidor abonó 2,9 veces más
de lo que recibió el productor, sin variaciones con respecto a agosto.
Los
productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y
destino fueron el limón (14,5 veces), la mandarina (9,5), la lechuga (8,7), la
manzana roja (6,2) y la pera (6,1). En ese sentido, el limón aumentó 25,6% en
origen y 16,7% en destino, por lo que 'sigue atravesando una situación crítica'
ya que 'ante la falta de ventas algunos productores decidieron no cosechar,
porque el precio que pagan las industrias no llega a cubrir los costos de
producción'. Por su parte, los precios de la mandarina también se incrementaron
en ambos extremos de la cadena (15,2% al productor y 4,5% al consumidor). En el
caso de la lechuga disminuyó tanto al productor (48,1%) como al consumidor
(21,9%), por un incremento en las cantidades ofrecidas, mientras que en las
frutas de pepita, tanto la manzana como la pera presentaron incrementos en
destino (9,5% y 3,5%, respectivamente).
'Por la
falta de convalidación de precios por parte del consumidor, se observó una
caída de demanda de alrededor del 35%. Al ser, por lo general, productos
perecederos, la situación forzó a distintos eslabones de la cadena de valor a
resignar parte de la renta', evaluaron desde CAME y agregaron que
'debe considerarse el fuerte incremento de costos' como insumos
dolarizados, transporte y logística, entre otros, y resaltaron que 'se
está viviendo cierta incertidumbre donde algunas regiones ingresan con su
producción al mercado, mientras otras están en retirada'.
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