12/09/2023
Puede uno preguntarse por qué haría falta perder el control de la
moneda como condición para bajar la inflación. Es absolutamente válida la
requisitoria. Y si a eso le sumamos que los países vecinos tienen moneda propia
y baja inflación, ¿será necesario dolarizar?
Hablar de poner en circulación el dólar como moneda corriente en
la Argentina lleva a otra pregunta: ¿qué va a pasar con el Peso? A priori, todo
parece indicar que el peso no se usaría más y la circulación general de
billetes estaría dada por el dólar. Porque si bien se dice que, aún en un
sistema bimonetario la gente elige, aquí se cae de maduro que la elección será
a favor de la moneda norteamericana.
Esto obliga a una nueva interrogante, y es ¿cómo se van a hacer las personas de los dólares para adquirir bienes y servicios? ¿Será a través de los salarios? ¿Será yendo a comprar a los bancos con los pesos que le quedan? Definitivamente la Argentina no emite dólares sino pesos, y ante la sobreabundancia de estos la finitud del billete estadounidense es un elemento a considerar a la hora de suponer que podría ser adoptado como moneda de curso legal entre nosotros.
Finalmente, la pregunta que completa un simple escenario mental de
cualquiera de los mortales es ¿a qué precio se va a poner el cambio para la
adquisición de los dólares?
Formuladas todas estas preguntas, que todavía no tienen respuesta
ni entre los que hablan de dolarizar ni entre los que quieren un bimonetarismo
de manera formal, la primera derivación de esto es que si se cumple alguna de
las dos, los más perjudicados serán los que menos tienen y menos ganan.
Un claro ejemplo: si en el país se permitiera firmar contratos en
dólares, alguien que tiene una propiedad en alquiler, ¿va a pretender que le
paguen en pesos o en dólares? Si se considera que en una economía que funciona,
un alquiler debería ser el equivalente al 0,6% del valor de la propiedad, ¿para
una casa que cuesta u$s 100.000 el precio del alquiler sería u$s 600?
Si en la actualidad, con un dólar billete billete de u$s 720 un trabajador que gana $ 250.000 está logrando, al cambio, 347 dólares, ¿cómo hará para pagar el alquiler y vivir? Fue Carlos Melconian, justamente uno de los que impulsa la bimonetariedad, quien dijo que si la gente entendiera lo que significa la dolarización debería haber una manifestación en la Plaza de Mayo". Y parece que tiene razón.
Por supuesto que todavía no hay demasiadas precisiones al respecto
de la propuesta. Es evidente que la gente está pasándola mal. Que la plata no
alcanza. Que se frustra cada vez que va al supermercado y los precios se
aceleran mientras el sueldo se estancó. Pero eso no es condición necesaria para
asegurar que una dolarización o una bimonetariedad podría ser la herramienta
que ordene las variables, devolviéndole al trabajador la capacidad de compra
que el salario viene perdiendo.
Si miramos alrededor, y tomamos como ejemplo un país chico pero
ordenado como Paraguay, allí la inflación anunalizada es del 3,5% en agosto,
mes en el que -además- tuvieron dato negativo de índice de precios al
consumidor, que fue -0,2%. Los hermanos paraguayos tienen su moneda nacional,
el Guaraní, más un banco central, y eso no los hace inflacionarios. Todo lo
contrario. Porque tienen orden fiscal y el déficit no es una variable para el
Gobierno.
En lo que va del año, el sueldo en la Argentina pierde 10 puntos
porcentuales contra la inflación. ¿Puede un empleado pensar que con su salario
nominal va a lograr cambiar los pesos por dólares para acceder a las
necesidades cotidianas? Vale la pregunta y obliga a la reflexión.
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